El joven comunero mapuche Camilo Aguas, culpado de agredir a Carabineros tras una protesta realizada el 2010 en el frontis de la gobernación provincial, cumplirá su condena en libertad vigilada.

Además, el acusado deberá firmar por 720 días además de arraigo nacional, prohibición de acercarse a la víctima, prohibición de ejercer cargos públicos de alguna comunidad mapuche y una multa que aún se estudia por los gastos que involucro el juicio.

Las comunidades de la zona se mostraron contentas dado que no se trató de una pena de cárcel, pero se mostraron preocupados porque a su juicio nunca se pudo comprobar que Aguas agredió al funcionario con una chueca.