El ministerio público solicitaba una pena de 5 años de cárcel, para el comunero mapuche Camilo Aguas, de 20 años, luego de que en una manifestación realizada el 29 de septiembre de 2010 agrediera con una chueca a un carabinero motorista que se encontraba de servicio, a quien le provocó una fractura en su dedo anular de la mano izquierda.

Sin embargo el fallo del juez en el tribunal en lo Penal de Osorno, fue dejar a Aguas en libertad vigilada, firmando por 2 años los primeros 10 días de cada mes en el juzgado de garantía local; además de las medidas cautelares como arraigo nacional, prohibición de acercarse a la víctima e inhabilitación para optar a cualquier cargo público, en una comunidad mapuche por ejemplo.

Al respecto, se refirió el vocero de las comunidades de la zona, el lonco Luis Pailapichun, de la jurisdicción Cuinco, quien sostuvo que no quedaron conformes ya que se trató de un juicio político.

Para el Werkén del movimiento Erwin Aguas el juicio en contra del comunero careció de las garantías y de pruebas suficientes para declarar su culpabilidad en la supuesta agresión, motivo por el cual manifestaron su rechazo. El dirigente agregó que la situación que hoy enfrenta el comunero es un proceso judicial emanado desde una persecución política en contra del pueblo mapuche y que no permitirán que vuelvan a encarcelar a uno de sus hermanos.

Al tribunal Oral de lo Penal en Osorno, llegaron cerca de 60 mapuche, de diversas comunidades de la zona, quienes se manifestaron en el frontis del edificio con pancartas y cánticos de apoyo del comunero, ante la presencia de un amplio operativo policial.

Los dirigentes manifestaron que la lucha contra las injusticias del pueblo mapuche aún no ha terminado, ya que no se ha hecho justicia con Agni Rojas, mujer que durante una manifestación perdió un ojo en un confuso incidente con Carabineros.