El plan de ajuste elaborado por el jefe de gobierno italiano, Mario Monti, por un valor de 20.000 millones de euros, fue adoptado este jueves definitivamente por Italia tras recibir la aprobación del Senado.

El severo paquete de austeridad del gobierno presidido por el excomisario europeo, que reforma el sistema de jubilación e introduce nuevos impuestos, obtuvo 257 votos a favor y 41 en contra y había sido aprobado el pasado 16 de diciembre por la Cámara de Diputados.

Los representantes de la populista Liga Norte (derecha) y de la formación anticorrupción Italia de los Valores (IdV) votaron en contra del plan de ajuste, al que tildan de injusto y desequilibrado.

Se trata de “un decreto de extrema urgencia que pone a Italia en disposición de afrontar con la cabeza alta la gravísima crisis europea”, comentó Monti poco antes de la votación en el Senado.

El jefe de gobierno italiano, un tecnócrata, calificó de “crítico” el actual contexto y admitió que las medidas representan una “acción valiente” para evitar que el país naufrague.

“Tenemos que confiar en nosotros”, instó tras invitar a los italianos a adquirir títulos del Estado.

El severo plan con medidas para ahorrar 20.000 millones de euros y que incluyen una dura reforma de las jubilaciones y pensiones, pero también 10.000 millones de euros en inversiones para impulsar el crecimiento, se suma a otros dos programas de austeridad aprobados por el gobierno de Silvio Berlusconi este año después de que se agravara la crisis de la deuda en la eurozona.

El ajuste ideado por un ejecutivo de tecnócratas ha sido criticado por los sindicatos y la conferencia episcopal italiana por ser injusto socialmente y por haber evitado tocar a las grandes fortunas.

Con el paquete de medidas Italia espera conquistar la confianza de Europa y reducir la colosal deuda pública (120% del PIB).