Desconocidos destruyeron con hachas 27 olivos en el sur de Cisjordania en un ataque atribuido a los colonos extremistas debido a los escritos en hebreo que encontraron en el lugar, indicaron testigos palestinos.

El incidente se produjo en el poblado de Khirbet Sheika, al sur de Hebrón. Los agresores pintaron en una roca la expresión “Hay que pagar un precio”.

Los extremistas de la colonización israelíes utilizan esta consigna para justificar lo que llaman una política del “precio que hay que pagar”, que consiste en vengarse con los palestinos, los lugares de culto musulmanes o los soldados israelíes, por las medidas del gobierno de Israel que consideran hostiles a sus intereses.

Estos actos de vandalismo son casi cotidianos con un aumento de los ataques de parte de extremistas de derecha israelíes que se oponen a los proyectos del gobierno de desmantelar las colonias a las que las autoridades no le han dado su aval.

El ejército israelí confirmó el incidente y precisó que se había iniciado una investigación, agregando sin embargo que por el momento no habían conseguido detener a nadie.

La semana pasada, desconocidos atacaron tres mezquitas y trataron de incendiar dos de ellas, provocando vivas reacciones de los palestinos y de la comunidad internacional.

“El gobierno no tolerará ataques contra los soldados, la policía, los árabes, los judíos y las mezquitas”, reafirmó por su parte, el martes en la noche el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

La semana pasada, ya había hecho igual promesa, luego de repetidas agresiones contra mezquitas y soldados israelíes, pero los extremistas judíos autores de estos delitos hasta ahora gozan de una casi total impunidad.