El esperado desenlace de la serie de Canal 13 mantuvo una ráfaga de momentos emotivos y llenos de incertidumbre frente a la complicada situación que presentó la Familia Herrera, que tuvo durante todos los capítulos en riesgo a Claudia -principalmente-, la cual fue encontrada en la clandestinidad, pero que fue devuelta por quien la perseguía.

Antes de ello, dieron un paseo con los hechos que marcaron cada capítulo en esta cuarta temporada; pasando por el inicial allanamiento a Los Herrera, la consiguiente huida de Claudia. Además, las escenas recordaron el primer amor de Félix, el matrimonio de sus más cercanos amigos, junto con el supuesto hermano infiltrado de la CNI, entre otras cosas.

En algunos momentos el recuento es hizo muy extenso, al mismo tiempo que sus seguidores pedían a gritos el último capitulo; pero que a su vez, fue de ayuda para que quienes no vieron la serie se sumará a la sintonía del esperado final.

Los niveles de audiencia de la estación católica rindieron sus frutos rápidamente, pues la serie tuvo su peak de rating cerca de las 23:35, con 39 puntos; mientras que TVN y Mega no logró más de 7, además del esfuerzo de CHV con 10 puntos.

Al mismo tiempo, destacó una gran cantidad de internautas que comentó a través de redes sociales, dejando a la serie como el Trending Topic (tema del momento) más comentado en la red de microblogging a nivel mundial.

En medio del capitulo, el ‘Patriarca’ de los Herrera va en busca de su supuesto hermano sin saber que al interior de la residencia se encontraba secuestrada su hija, a manos de Pedro, avezado funcionario de la CNI.

Por su parte, Martín participó en la filmación de un seguimiento debido a su trabajo como reportero, en el cual hay involucrado personal de inteligencia del Gobierno Militar.

El amor de Claudia (Gabriel) terminó sufriendo las consecuencias de la persecución, y cayó en manos de sus persecutores en un enfrentamiento en la puerta de la residencia donde se escondía, pereciendo con la incorrecta certeza de que su pareja lo delató antes de huir. Al mismo momento Juan Herrera se recriminaba, con algo de impotencia, el no poder hacer nada ante tanta desgracia.

Finalmente, frente al apego que tomó hacia la familia Herrera, el infiltrado tuvo un dejo de consideración y entregó con vida a Claudia, sin haberla torturado ni reconocer que NO era su hermano. En tanto, continuó con sus labores en la institución buscando a los responsables del atentado al, en ese entonces, General Pinochet.