Un grupo opositor cubano denunció este lunes que “por lo menos” 400 disidentes han sido detenidos temporalmente en la isla este mes, y que la policía golpeó a algunos de ellos hasta hacerlos “sangrar”, algo que es “nuevo”.

En lo que va de diciembre “por lo menos 400 personas han sido detenidas por motivos políticos (…), pensamos que la cifra va a crecer aún más, pero estamos todavía verificando” los informes, dijo el presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez.

De los detenidos, fueron liberados “todos excepto tres, que llevan ya 19 días en prisión, dos mujeres y un hombre”, dijo Sánchez, quien presentó a la prensa a un hombre con heridas suturadas en la cabeza que, según afirmó, fueron causadas hace días por una golpiza de la policía.

“Esto de golpear (detenidos) hasta hacerlos sangrar es algo nuevo”, dijo Sánchez, quien indicó que la cifra de opositores detenidos este año es ampliamente superior a la de 2010.

Este año, hasta 30 de noviembre, fueron detenidas temporalmente 3.327 personas en la isla, frente a 2.074 durante todo el año pasado, según la Comisión. Parte de los arrestos de diciembre se dieron en el marco del día internacional de los derechos humanos, el día 10.

La cifra de detenidos es “fabulosamente alta, cada mes del 2011 ha sido muy superior a los meses del año anterior debido al empeoramiento de la situación de derechos civiles y políticos en Cuba”, dijo Sánchez.

“Nos inquieta este empeoramiento al punto de caer en estas agresiones físicas”, añadió, augurando que la situación de los derechos humanos “va a empeorar aún más a corto o mediano plazo, a menos de que ocurra un milagro en Cuba”.

El hombre herido, Henry Perales Elías, de 27 años, afirmó que fue golpeado por policías a comienzos de mes en Palma Soriano, en la provincia de Santiago de Cuba (sureste), al ser detenido junto a otros opositores cuando se aprestaban a salir a la calle a manifestar.

“Fuimos agredidos violentamente. Según íbamos saliendo (de la casa donde estaban congregados) nos iban golpeando. Todos fuimos golpeados”, dijo Perales, que contó que era ex estudiante de enfermería y tenía dos hijos.