La Asamblea General de la ONU adoptó el lunes una resolución condenando la situación de los derechos humanos en Siria, donde la represión del gobierno a protestas opositoras dejó más de 5.000 muertos desde marzo pasado.

La resolución fue votada por 133 países a favor, 11 en contra y 43 abstenciones. El embajador sirio ante la ONU dijo que la resolución era parte de un plan “maligno” contra su país.

La condena fue aprobada luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU comenzara a negociar sobre una propuesta rusa para emitir una resolución que condenara la violencia de ambos bandos sirios.

Occidente afirma que el borrador de Rusia carece de equilibrio porque compara la violencia de la oposición con la del gobierno.

El lunes Siria prometió cooperar plenamente con la Liga Árabe y accedió a permitir que una misión de observadores supervisara un acuerdo para detener la violencia.

En octubre, Rusia y China vetaron una resolución propuesta por los países europeos condenando la represión ejercida por el presidente sirio, Bashar al Asad.