La mayoría de los peruanos (66%) respaldaría que el gobierno indultara por motivos de salud al ex presidente Alberto Fujimori, que cumple una sentencia de 25 años por violaciones a los derechos humanos, según un sondeo divulgado el domingo por la prensa local.

El 66% de los encuestados por la consultora privada Ipsos-Apoyo dijo que estaría de acuerdo con esa eventual decisión del presidente Ollanta Humala (centro-izquierda), en tanto 30% la desaprobaría y 4% no opinó, señaló el diario El Comercio.

Los rumores sobre un indulto a Fujimori, de 73 años y que tiene un tumor y depresión según su familia, corren al acercarse las fiestas de fin de año, en las que por tradición el gobierno indulta presos.

Según la misma encuesta, 42% cree que Fujimori debe ser indultado, 27% que debe continuar en prisión y 26% pasar a arresto domiciliario.

La encuesta se realizó entre el 14 y el 16 de diciembre sobre una muestra de 1.200 personas mayores de 18 años. El margen de error de los resultados es de +/- 2,8 puntos porcentuales.

El viernes el abogado de Fujimori, César Nakazaki informó que viene reuniendo “la información y los estudios médicos que permitan sustentar una petición de indulto humanitario”.

A principios de mes la ex candidata presidencial Keiko Fujimori dijo: “Llegó el momento de solicitar un indulto de mi padre”.

Humala, un ex militar de izquierda que en octubre de 2000 encabezó una asonada contra el entonces presidente Fujimori (1990-2000), dijo en junio pasado a CNN que “nadie merece morir preso en la cárcel, debe haber un trato humanitario con las personas que están privadas de libertad” en casos de enfermedad terminal.

Durante la campaña electoral, Humala prometió que indultaría a Fujimori en el caso de que su vida estuviese en peligro por razones de salud.

El ex gobernante despierta en la población pasiones que van del odio a la adhesión. El partido de su hija Keiko, ‘Fuerza 2011′, es la segunda agrupación política en el Congreso unicameral.

Fujimori está preso desde 2007 en una base policial de Lima, adonde llegó tras ser extraditado de Chile. En 2009 un tribunal lo condenó a 25 años como autor intelectual de los delitos de tortura, desaparición y asesinato de 25 personas en el marco de la lucha contra la guerrilla Sendero Luminoso.

El ex presidente fue elegido tres veces, pero en noviembre de 2000 huyó a Japón, el país de sus padres, desde donde renunció arrastrado por un escándalo de corrupción.