Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela se disociaron de la declaración final de la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), concluida este sábado en Ginebra, alegando falta de transparencia, aseguró a la AFP el jefe de la delegación ecuatoriana.

“No queremos obstaculizar el proceso, por eso es que no hemos pensado en ningún momento en frenar el proceso de la conferencia ministerial”, dijo a la AFP el viceministro de Comercio Exterior e Integración Económica de Ecuador, Francisco Rivadeneira, coordinador del grupo.

Los cinco países del ALBA, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, emitieron el pasado 14 de diciembre un comunicado en el que se lamentan de prácticas “excluyentes y no democráticas” en la OMC.

Por ello, la declaración final de la VIII conferencia ministerial “representa solo la opinión de algunos miembros, por lo que nos disociamos del consenso”, indica dicho comunicado que ha sido incorporado oficialmente a los documentos de la reunión.

“La OMC se ha convertido en una organización que no está liderada por sus miembros y si nos atenemos a los hechos, la toma de decisiones no se hace por consenso, y las reuniones negociadoras no están abiertas a la participación de todos los miembros”, critican.

Nuestro objetivo es “llamar la atención hacia afuera (de la OMC) sobre el hecho de que no estamos de acuerdo en que cuando se tomen decisiones fundamentales no se haga partícipe a todos los miembros en el proceso de decisión y negociación”, dijo el viceministro ecuatoriano.

En el mismo sentido, un miembro de la delegación cubana aseguró a la AFP que el “proceso está viciado por un grupo de amigos del sistema” y el documento lleva “ocultos muchos mensajes” para romper el carácter multilateralista del gendarme mundial del comercio.

El presidente de la conferencia ministerial, el ministro nigeriano de Comercio, Olusegun Aganga, dijo en rueda de prensa que se había reunido con el grupo de países bolivarianos y que le habían asegurado “que no están rompiendo el consenso”.

“Al final estaban felices, nosotros felices, todo está bien”, zanjó Aganga.

Sin embargo, Rivadeneira lamentó que se sigan manteniendo las “costumbres antiguas”, que vienen de la época del GATT, en la OMC, que hacen que las decisiones sobre “temas puntuales, inmediatos, eminentes, importantes se tomen en grupos cerrados donde supuestamente están representados a través de ciertos miembros los intereses del resto”.

También se quejaron de que no se dé tiempo al resto de los miembros para reaccionar sobre las decisiones que se adoptan en los grupos de trabajo.

Ecuador, recordó, es uno de los países que más han aportado y se han aprovechado de la OMC, en casos como el banano o el camarón, y quiere seguir teniendo una participación activa en las decisiones de la organización.

Rivadeneira destacó que esta es la primera vez que los cinco países del ALBA trabajan juntos en el marco de la OMC, lo que consideró como “extremadamente positivo” y espera que sea el “inicio de un trabajo conjunto” en la OMC.