El presidente boliviano Evo Morales se quejó este jueves de la empresa brasileña OAS, encargada de la construcción de una polémica carretera en el centro del país que iba a atravesar una reserva indígena, pero que tuvo que ser suspendida tras intensas protestas, según reportes de la prensa.

“OAS hasta ahora no ha podido entregar ni un camino. Tengo desconfianza. Hice esa demanda a su embajador y a las autoridades de Brasil”, declaró el mandatario a la prensa.

La brasileña OAS debía construir por 415 millones de dólares una carretera de 300 km desde el departamento de Cochabamba hasta Beni (Amazonia) que incluía tres tramos, de los que el primero y el tercero ya están en ejecución.

El segundo tramo fue suspendido por protestas indígenas que cuestionaron su diseño, que dividía una reserva forestal, por lo que la empresa OAS despidió a 80 obreros por la paralización de obras.

Brasil otorgó a Bolivia un crédito de 332 millones de dólares para la ejecución de la vía.

Morales no descartó la posibilidad de reemplazar a la OAS por otra empresa. “Siempre se puede cambiar. Cuántas veces hemos ejecutado boletas de garantía”, dijo tras indicar que esa medida es “una penalidad, una sanción” y no representa necesariamente la suspensión del contrato.

El mandatario boliviano recordó que su colega brasileña Dilma Rousseff le explicó que la decisión de continuar con la obra era de los bolivianos, puesto que los recursos están disponibles.