El Centro Simon Wiesenthal lanzó el miércoles en Alemania una nueva campaña para intentar detener a las últimas personas involucradas en crímenes nazis aún vivas y prófugas.

El Centro ofrece 25.000 euros de recompensa por toda información que ayude a capturar y condenar a personas hoy muy ancianas involucradas en crímenes nazis durante la Segunda Guerra Mundial, indicó a la prensa el director de la organización en Jerusalén, Efraim Zuroff.

“El paso del tiempo no disminuye en absoluto la culpabilidad de los asesinos”, declaró Zuroff, estimando que quedan unos 40 sospechosos en el mundo en condiciones de ser juzgados.

Según Zuroff, la condena en mayo pasado de John Demjanjuk a cinco años de cárcel por un tribunal de Múnich (sur de Alemania) muestra que aún se pueden realizar juicios de este tipo.

Demjanjuk, de 91 años, uno de los miles de prisioneros soviéticos que reclutaron los nazis para perpetrar sus crímenes, fue declarado culpable de haber participado en el asesinato de 27.900 judíos en el campo de exterminio nazi de Sobibor, en lo que hoy es Polonia, donde murieron unas 250.000 personas.

El tribunal de Múnich, tras un juicio de 18 meses, concluyó que Demjanjuk, apátrida de origen ucraniano desposeído de la nacionalidad estadounidense, fue guardián de Sobibor durante 6 meses en 1943.

Demjanjuk, que ha negado insistentemente haber estado en cualquier campo de exterminación nazi, fue dejado en libertad a la espera de que un tribunal federal se pronuncie sobre un recurso de apelación.