En los últimos días medios de comunicación, gráficos especialmente, han difundido comentarios acerca de los próximos pasos en el profesionalismo de Fernando González y de Nicolás Massú, los máximos referentes del tenis chileno de la década anterior, campeones olímpicos y ganadores además de varios torneos de ATP que les permitieron a ambos ubicarse en el mejor momento de sus carreras entre los top ten del ránking de la ATP.

Paralelamente a las dudas y certezas que emanan de los pasos de ambos jugadores en el futuro debido a su pálida actualidad enmarcada en magros resultados e inconvenientes físicos, la Federación de Tenis de Chile se ha abocado a buscar un capitán que en abril de 2012 cuando Chile deba jugar ante Perú o Uruguay por la Zona Americana grupo I, acompañe a los jugadores nacionales en la intención de buscar el retorno al Grupo Mundial.

En declaraciones efectuadas a un vespertino la semana anterior, Hans Gildemeister, ex conductor del equipo nacional, argumentó que al menos para buscar el match de repechaje en septiembre, Chile necesita la presencia de González y Massú en el partido de abril para asegurar esa instancia en la primavera de 2012.

Según Gildemeister, si el ganador es Perú, cuyo equipo hoy está compuesto por nóveles tenistas, el match se jugaría en Santiago y la sola presencia de González y/o Massú alcanzaría para aventar riesgos. En cambio con Uruguay, que cuenta con Pablo Cuevas hoy ubicado entre los 70 mejores del mundo, el partido debería jugarse en Montevideo y allí sí, la participación de las mejores raquetas nacionales se torna imperativa.

Lo mismo que Gildemeister piensan dos ex jugadores e integrantes de equipos de Copa Davis de Chile como Belus Prajoux y Sergio “Checho” Cortés. Ambos han sido sondeados por dirigentes de la Federación de Tenis de Chile acerca de su interés para convertirse, uno de ellos, en cabeza del grupo que deberá jugar la Davis en 2012.

Al respecto Prajoux no duda en afirmar que “en buen estado físico y tenístico, Fernando y Nicolás son imprescindibles todavía para asegurar un partido. El tema es saber si para abril del año venidero estarán bien, jugando y con buenos resultados. Claro, dependerá de ellos, no de un entrenador, su designación para un equipo de Copa Davis. He sabido que ambos se toman el primer trimestre del año próximo como una especie de prueba final. Para jugar con Perú en Chile podría alcanzar con el resto de los tenistas nacionales, como Paul Capdeville, Jorge Aguilar, Saavedra y Rivera…Pero con Uruguay en calidad de visitantes se necesitará algo más, sobre todo si Cuevas, que ha salido de una lesión recién ahora, está bien para esa época…”.

Cortés, que ha ayudado indistintamente a Paul Capdeville y Jorge Aguilar entre otros tenistas cuando se encuentran en suelo chileno realizando pretemporadas, también apoya la presencia de Nicolás Massú y Fernando González mientras estén participando en el circuito profesional.

”Son jugadores distintos…Todo el bagaje que han acumulado no se compra en cualquier lugar…De todos modos yo soy partidario de formar un tema Junior de Copa Davis, es decir un seleccionado juvenil chileno apoyado en parte por la federación para que jueguen torneos futuros y en esos certámenes se forme una pareja de dobles que vaya participando torneo tras torneo hasta que la misma ya esté compenetrada. Aún cuando Nicolás y Fernando han estado jugando los dobles, esa es una materia pendiente del tenis de Chile y en muchas ocasiones define un match de Copa Davis o al menos asegura una chance para el domingo…”, señaló.

Prajoux parte a México en los próximos días con un jugador de la quinta región, Vicente Bronstein de 17 años, al que entrena desde hace un par de temporadas. Desde ese país comenzarán a bajar por el Pacífico siguiendo el circuito de la COSAT. Y esperará vía mail o mensaje de texto la decisión que tome la Federación de Tenis de Chile (no será antes del 10 de enero de 2012).

Sergio Cortés, en cambio estará ayudando en el Colegio Médico o en el club Providencia a quienes de él necesiten. Y tendrá un oído puesto al sonar del celular. Pero en algo, sin saberlo, coincidirán: todavía González y Massú, ya en el final de sus carreras, son indispensables. Un mensaje que deja en claro que los que están detrás no entregan la confianza necesaria para permitir el regreso al grupo Mundial…