Un académico colombiano que impartía clases de Periodismo renunció a su cátedra tras comprobar que sus alumnos no saben escribir. Además, el profesional se mostró desilusionado por la apatía y poca curiosidad de las últimas generaciones.

Cansado de decepcionarse de sus estudiantes, el periodista y profesor del ramo Evaluación de Textos de No Ficción de la carrera de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Javeriana, Camilo Jiménez, dimitió a su cargo, exponiendo sus razones en una carta de renuncia publicada íntegramente en el portal El Tiempo.

En el texto explica que sus alumnos eran incapaces de redactar un sólo párrafo sin errores, pese a la poca complejidad que implicaba. “Se trataba de condensar un texto de mayor extensión, es decir, un resumen, un resumen de un párrafo, en el que cada frase dijera algo significativo sobre el texto original, en el que se atendieran los más básicos mandatos del lenguaje escrito -ortografía, sintaxis- y se cuidaran las mínimas normas: claridad, economía, pertinencia. Si tenía ritmo y originalidad, mejor, pero no era una condición. Era sólo componer un resumen de un párrafo sin errores vistosos. Y no pudieron”, expresó el docente.

“La palabra escrita les dará de comer a estos estudiantes cuando sean profesionales, no importa si se desempeñan como editores de libros, revistas o páginas web, como periodistas o como profesores e investigadores”, agregó.

Más adelante, señala que esta situación le impacta más aún porque sus alumnos -de un promedio de edad de 20 años- en su mayoría estudiaron en colegios privados e incluso algunos cursaron intercambios en el extranjero.

La explicación posible que encuentra Jiménez a esto, es que las últimas generaciones -más conectadas que nunca con el mundo digital- perdieron la capacidad de concentrarse.

“Es cándido echarle la culpa a la televisión, a Internet, al Nintendo, a los teléfonos inteligentes. A los colegios, que se afanan en el bilingüismo, sin alcanzar un conocimiento básico de la propia lengua”, manifiesta, agregando que “Lo que he visto es que (en Internet) se lee en medio del parloteo de las ventanas abiertas del chat, mientras se va cargando un video en Youtube, siguiendo vínculos. Lo que han perdido los nativos digitales es la capacidad de concentración, de introspección, de silencio. La capacidad de estar solos”, argumenta.

Asimismo, se mostró sorprendido por la poca curiosidad y casi nula participación en clases de sus alumnos.”Lo que siento de tres o cuatro semestres para acá es más apatía y menos curiosidad. Menos proyectos personales de los estudiantes. Menos autonomía. Menos desconfianza. Menos ironía y espíritu crítico”, indica.

Esta especie de renuncia pública generó debate en Colombia con respecto a la calidad de la educación que se está impartiendo, pues muchos se preguntan ¿Cómo es posible que universitarios de 20 años sean incapaces de redactar un texto?.

De hecho un columnista del mismo medio en que se publicó la carta de renuncia, Arturo Argüello Ospina, plantea que esta situación no es de una generación en particular, sino que responde a la cultura del país, donde en promedio cada habitante lee 1,6 libros al año.

Asimismo, uno de los estudiantes de Jiménez, que se identificó como Daniel Pardo, dijo a través del portal Kienyke.com, que la mala escritura de los alumnos no es resultado de la “era digital”, pues a su juicio es producto de que “la educación en Colombia es desigual, deficiente y mediocre”.