Estando a dos semanas de aquellas ansiadas navidades de los niños y por supuesto en la marea creciente de los días de diciembre, asalta la noción de lo que es un niño y de qué es la niñez, además, de qué es aquel mentado niño interior, que según dicen, atesora todo aquello que puede darnos esperanza.

Sin embargo, hubo una noticia ‘llamativa’ donde en la fotografía de observaba a un menor, pero que presentaba sus ojos oscuros, con expresión de tristeza, humillación, de ausencia y esperanza, sin ningún gesto ni expresión obvia en su rostro, toda la oscuridad estaba oculta al fondo de su mirada.

En la información se indicaba que el menor había muerto, dos días después que su hermana, quien lo había hecho dos días después que su madre.

Una madre que estaba en la miseria, y que llegó a una oficina se asistencia social en la ciudad de Texas, en Estados Unidos, se acercó a la ventanilla y habló brevemente con la funcionaria, posteriormente, sacó de su bolso una pistola y comenzó a clamar a gritos una explicación de por qué se le continuaban negando los bonos de comida para ella y sus hijos.

El público del lugar escapó, y la policía llegó para intentar quitarle el arma a la mujer, sin embargo, finalmente la madre apunto a su hija y le disparó, para posteriormente hacerlo con su hijo y terminar volándose los sesos.

Por supuesto que la tragedia trajo averiguaciones, sobre qué motivó a la mujer a tal extremo de desesperación y furia. Lo primero fue investigar por qué se le negaban los bonos de comida por más de 2 meses cuando ella y sus hijos se encontraban en un estado de indigencia extrema.

La respuesta, juzgue usted: Se le había negado el auxilio de alimento porque ella no había podido demostrar mediante documentos que no estaba ganando dinero, la explicación de los funcionarios implicaba que ellos no tenían ninguna culpa, y la responsabilidad de todo recaía sobre la mujer.

Se verificó que la mujer vivía en una casa rodante abandonada, sin luz, agua ni combustible. Además, el año pasado la mujer vivía en una carpa en una playa del sur de Texas, pero como los niños no presentaron quejas, la policía indicó que no había razón para entrometerse. Además se supo que el padre solicitó la tutela, pero el tribunal negó la solicitud, porque a juicio de ellos, los niños siempre deben estar al lado de la madre, salvo pruebas irrefutables para que ella sea incapaz de asumir dicha responsabilidad.

Todos dieron explicaciones, que sonaban muy bien para demostrar que la única responsable fue aquella madre desesperada… y todo lo anterior, iniciando la temporada navideña en la nacion más poderosa, rica y que se denomina más cristiana en todo el planeta tierra.

Escucha aquí la crónica producida y dirigida por Ruperto Concha.