El ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega, de 77 años, fue extraditado este domingo de Francia hacia Panamá, donde está condenado a 60 años de cárcel por el asesinato de opositores en los años 80, constataron periodistas de la AFP en el aeropuerto de Orly (sur de París).

El Airbus A321 de la compañía española Iberia en el que embarcó la delegación panameña junto al ex dictador despegó pasadas las 08:00 horas del aeropuerto parisino de Orly rumbo a Madrid, para abordar otro vuelo hacia Panamá, donde debería llegar hacia las 17:30 locales.

El ex dictador panameño, gobernante de facto de 1983 a 1989 cuando fue derrocado y capturado por tropas estadounidenses, terminará en Panamá un periplo que lo llevó a purgar 20 años de cárcel en Estados Unidos por narcotráfico y casi dos años de prisión en Francia por lavado de dinero del cartel de Medellín.

Noriega partió de la prisión parisina de La Santé, en la 14ª circunscripción de la capital francesa, en la madrugada de este domingo a bordo de un vehículo oficial sin identificación escoltado por dos vehículos de la policía francesa así como por dos uniformados en moto que se estacionaron en la pista debajo del Airbus A321.

Hacia las 07:15 embarcó en el avión comercial bajo una espesa niebla.

“Estoy en el avión” con Noriega, dijo una fuente de la autoridad judicial panameña que solicitó el anonimato.

Bruno Badré, portavoz del ministerio de Justicia francés, confirmó a la AFP que “las autoridades francesas entregaron esta mañana a Manuel Noriega a las autoridades panameñas para su extradición hacia Panamá”.

Poco antes del embarque de Noriega una decena de miembros de la delegación panameña que lo acompañan, incluido personal policial y médico, pasaron los controles de seguridad en la sala de embarque.

La delegación, compuesta por miembros del ministerio de Relaciones Exteriores, policías y médicos se encontraba en París desde hace una semana para llevar a cabo el proceso administrativo y médico necesario para la extradición del ex dictador.

La justicia francesa autorizó el 23 de noviembre su extradición y a inicios de esta semana el ministerio francés de Relaciones Exteriores indicó que se había puesto “en contacto” con la administración penitenciaria francesa “para facilitar” el traslado de Noriega, alojado en la cárcel parisina de La Santé.

Cuando llegue a su país, Noriega debería ser trasladado en helicóptero desde el aeropuerto a la prisión de El Renacer, al noroeste de la capital, a orillas del Canal de Panamá.

Está condenado a 60 años de cárcel por el asesinato de tres opositores, pero es incierto cuánto tiempo permanecerá tras las rejas, puesto que la ley panameña permite a los reclusos mayores de 70 años pedir prisión domiciliaria, una posibilidad que provocaría indignación entre familiares de las víctimas de su régimen.

Avejentado, con dificultades para caminar y diversos problemas de salud, el ex hombre fuerte de Panamá reafirmó varias veces ante jueces franceses en los últimos meses su voluntad de regresar a su país.

Más de un centenar de ex opositores y familiares de las víctimas reclamaron el viernes “justicia” en la capital panameña.

Noriega fue un agente a sueldo de la CIA entre 1968 y 1986, cuando América Central era teatro de varias guerras civiles, pero se convirtió luego en enemigo de Washington.

Su retorno ha generado expectativas por los posibles secretos que podría revelar sobre figuras políticas y grandes fortunas forjadas bajo su régimen, aunque las actuales autoridades rechazaron cualquier riesgo de desestabilización.

Para el ex canciller y ex vicepresidente Samuel Lewis todo es parte del “morbo”. “Aquí nadie debe tener temor. Si Noriega tiene todavía después de 22 años algo que decir, bueno, que eso contribuya a que la justicia haga lo que tenga que hacer”, afirmó.

Nacido en febrero de 1934 en Panamá en una familia pobre, Noriega inició muy joven la carrera militar.

Tras participar en 1968 en un golpe contra el presidente Arnulfo Arias comenzó su ascenso hasta convertirse, en tiempos del general Omar Torrijos, en uno de los militares más cercanos del caudillo nacionalista.