La actriz mexicana de 45 años, Salma Hayek, internacionalmente reconocida por sus sensuales curvas y su gran talento demostrado en películas como Frida (2000), El Mexicano (2003) y su baile con una serpiente en From Dusk Till Dawn, confesó que, cuando fue joven, se asustó mucho al notar que su cuerpo se tardaba en desarrollarse.

La actriz señaló que era la más pequeña de la clase y todas sus compañeras comenzaron a desarrollarse y a tener más senos que ella, por lo que estaba muy asustada y molesta al ser delgada y poco femenina.

Según constata Univisión, para solucionar este ‘problema’, Salma Hayek fue constantemente a una iglesia, se mojaba las manos con agua bendita y comenzaba a rezar: “Por favor Jesús, haz que me crezcan los pechos”.