Un millar de manifestantes de concentró este jueves bajo las ventanas de los congresistas estadounidenses en Washington como culminación de tres jornadas de protestas de desempleados y sindicalistas de todo el país para reclamar empleos y el mantenimento del seguro de desempleo.

Los manifestantes, entre los que había militantes anti Wall Street, se congregaron cerca del Capitolio, donde dieron discursos y rezaron durante una hora para recordar a los legisladores que, con “14 millones de desempleados en Estados Unidos”, deben adopar medidas para crear empleo y no reducir el seguro de desempleo.

“Es su responsabilidad moral ayudar a los que sufren”, dijo a los parlamentarios el rabino Erica Asch, que, junto con otros curas y pastores, tomó la palabra y dirigió el rezo en una ceremonia ecunémica.

Más tarde, los asistentes se fueron a corear eslóganes bajo las ventanas de las oficinas del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehmer.

Un centenar de manifestantes consiguió entrar al edificio y llegar a la puerta cerrada del despacho del dirigente político, pero se retiró a los cinco minutos en calma.

También llevaron a cabo sentadas frente a las oficinas de otros congresistas en un intento de reunirse con sus representantes electos.

Bajo el lema “Recuperemos el Capitolio”, decenas de asociaciones y de sindicatos llevaron a cabo desde el martes tres jornadas de diversas acciones en favor el empleo frente al Congreso y la Casa Blanca.

Llegados de todo Estados Unidos, levantaron el “Campamento del Pueblo”, una quincena de carpas blancas desplegadas en la inmensa esplanada del Mall, dominado por el Congreso y, a unos cientos de metros, la Casa Blanca.

El presidente estadounidense, Barack Obama, intenta actualmente que se aprueben en el Congreso algunas medidas que forman parte de un plan de empleo de 447.000 millones de dólares.