A los niños pequeños les gusta imitar lo que ven y oyen -gestos, entonaciones, expresiones-, pero optan por no seguir el ejemplo de quien perciben como poco fiable, según un estudio realizado en la Universidad Concordia de Montreal, en Canadá.

Más observadores de lo que se piensa, los niños menores de 16 meses son capaces de distinguir lo verdadero de lo falso, de acuerdo con el estudio publicado en la revista Infant Behavior and Development, y la mayoría se niega a imitar a un adulto tras comprobar que éste lo ha engañado.

“Al igual que los niños mayores, los bebés registran si un individuo es preciso o impreciso y utilizan esta información para guiar su aprendizaje posterior”, dijo la autora principal del estudio, Diane Poulin-Dubois, del Departamento de Psicología de la Universidad Concordia y miembro del Centro de Investigación en Desarrollo Humano.

“En concreto, los niños optan por no aprender de alguien que ellos perciben como poco fiable”, agregó.

La investigación se centró en 60 niños de entre 13 y 16 meses, divididos en dos grupos, uno con evaluadores adultos confiables y otro con evaluadores adultos no confiables.

En la primera tarea, los adultos miraban dentro de una caja y mostraban su entusiasmo. Luego, los niños recibían las cajas para ver si éstas contenían un juguete o no, para verificar así la credibilidad del adulto.

En la segunda tarea de imitación, el mismo adulto prendía la luz presionando el interruptor con la frente en lugar de usar sus manos. Sólo el 34% de los niños cuyos evaluadores eran fiables imitaron este extraño gesto. Por el contrario, el 61% de los niños en el grupo del adulto confiable imitaron ese comportamiento irracional.