Croacia firmará este viernes el tratado de ingreso en la Unión Europea (UE), previsto a mediados de 2013, siempre y cuando los croatas lo aprueben por referéndum a principios de 2012.

Este referéndum de ratificación tendrá lugar en momentos en que el apoyo de los croatas al ingreso en la UE parece haber disminuido, tras las consecuencias en esta ex república yugoslava de la crisis económica.

“Europa suscita mucho menos entusiasmo que hace unos años”, como consecuencia de la actual crisis de la zona euro, explica una fuente diplomática.

Sanja Mikacic, una docente de 52 años, explica que votará a favor del ingreso, pero agrega: “Vamos a ver lo que nos aporta. Se necesitarán algunos años para realizar un balance de los costos y los beneficios”.

“Nadie nos ha explicado lo que vamos a ganar ni lo que vamos a perder”, subraya Danijel Rehak, de Vukovar (este). “Hay que estar informado de lo bueno y de lo malo para poder tomar una decisión”, agrega. “Hasta ahora, ninguna unión ha sido benéfica para Croacia”, estima, refiriéndose a Yugoslavia y al imperio Austro-Húngaro.

Fuentes diplomáticas estiman que Croacia “está mucho mejor preparada que Bulgaria y Rumania”, dos países que ingresaron en 2007, tras una preparación que hoy se considera insuficiente.

Croacia será el segundo Estado de la ex Yugoslavia en unirse a la UE después de Eslovenia en 2004, pero el primero en haber sufrido toda la brutalidad de los sangrientos conflictos que sacudieron los Balcanes en los años 1990.

Todo país aspirante a ingresar en el bloque debe acordar previamente con Bruselas un total de 35 capítulos en materia política, económica, social y judicial, con el fin de adaptarse a los estándares europeos.

La negociaciones de adhesión, iniciadas en 2005, fueron largas a causa de temas relacionados con la justicia. La UE exigió avances en la lucha contra la corrupción, una reforma que garantice la independencia de la justicia, y la cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), para que Zagreb le entregara a criminales de guerra croatas.

Zagreb recibirá una ayuda financiera de unos 3.500 millones de euros (unos 5.000 millones de dólares) procedentes de los fondos estructurales de la UE, para que lleve a cabo reformas.

Dichas reformas podrían tender, entre otras cosas, a limitar la ayuda social y a intentar aumentar la “competitividad” de la economía de este país de 4,4 millones de habitantes.

De ratificarse el ingreso, un gobierno de centroizquierda que acaba de llegar al poder, tras las elecciones del domingo, habrá de conducir a Croacia a la adhesión a la UE.

Zoran Milanovic, dirigente del Partido Socialdemócrata (SDP), y su coalición de centroizquierda ganaron holgadamente estas elecciones legislativas, muy por delante de la Unión Democrática Croata (HDZ), en el poder con el primer ministro Jadranka Kosor.