Los nueve militantes de Greenpeace que el lunes se introdujeron en una central nuclear cerca de París en una espectacular operación para demostrar la “vulnerabilidad” de las instalaciones nucleares francesas serán juzgados el 20 de enero, anunció el martes una fuente judicial.

Contrariamente a lo indicado la víspera por el ministerio del Interior, esas nueve personas pasaron la noche en detención preventiva, indicó el fiscal de Troyes (noreste), Alex Perrin.

“Serán convocados ante el tribunal” correccional por “violación de instalaciones profesionales”, “degradación” y “destrucción de bienes de utilidad pública” por haber abierto un alambrado para introducirse en el perímetro de la central de Nogen sur Seine, a 95 km al sudeste de París, indicó el fiscal.

Cinco de ellos también serán demandados por haberse negado a someterse a una muestra de ADN.

Otros dos militantes de la organización ecologista que lograron entrar el lunes en la central de Cruas (sur) seguían en detención preventiva el martes por la mañana por “haberse introducido sin autorización en un terreno cerrado de jurisdicción de defensa nacional”, indicó el portavoz del ministerio del Interior, Pierre Henry Brandet.

Greenpeace lanzó esa sorpresiva operación para demostrar la “vulnerabilidad” de la seguridad de las centrales nucleares de Francia, país que obtiene el 75% de la electricidad que consume de la actividad nuclear.

Francia cuenta con 19 centrales nucleares –dos más que Japón– y 58 reactores.

Las autoridades francesas prometieron reforzar los dispositivos de seguridad de las centrales nucleares.