Catar aseguró este lunes que las monarquías del Golfo están preparadas para suministrar petróleo a los mercados pese a los problemas políticos en el mundo árabe, en particular Arabia Saudí, dispuesta a compensar la escasez gracias a su alta capacidad de producción.

“Los acontecimientos en la región árabe han generado preocupación sobre la oferta energética. Pensamos que la oferta va a superar las crisis de inestabilidad en Oriente Medio”, aseguró el emir regente de Catar, Jalifa ben Hamad Al Thani, en la apertura de un importante congreso petrolero en Doha.

“Quiero insistir en los compromisos asumidos (…) de mantener la oferta de petróleo”, dijo el soberano, precisando que actúa en coordinación con los otros productores.

Estas garantías coinciden con un barril de petróleo por encima de los 100 dólares en Nueva York y en Londres, debido a las tensiones políticas que envuelven a Irán, segundo grifo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tras los saudíes y tercero del mundo.

El ministro iraní de Petróleo, Rostam Ghasemi, dijo en Catar que “no está preocupado por la amenaza de la Unión Europea de prohibir las importaciones” de crudo, pese a que un diputado iraní aseguró el domingo que el precio del petróleo subiría a 250 dólares en caso de que los occidentales adopten sanciones contra el petróleo iraní.

Además del eficaz embargo occidental a las modestas exportaciones de petróleo sirio y las perturbaciones de gas en Yemen, el principal efecto de la “Primavera árabe” fue privar al mundo durante varios meses de unos 1,6 millones de barriles diarios de crudo libio antes de la caída de Muamar Gadafi.

La producción de los países del Golfo, los más ricos en hidrocarburos, no se vio afectada.

La producción libia se reanudó más rápido de lo previsto y podría llegar a 1 millón de barriles diarios para finales de año, según los analistas.

La cuestión del regreso de Libia al mercado podría jugar un papel en la próxima reunión de la OPEP, el 14 de diciembre en Viena, pero varios países como Catar y Kuwait sugieren que no se altere la cuota.

“Los precios están determinados por el mercado y la oferta es suficiente”, dijo el domingo por la noche el ministro catarí de Energía, Mohammed al Sada.

Arabia Saudita indicó el lunes que su producción de petróleo crudo y condensados son superiores a los 10 millones de barriles diarios.

El ministro saudita de Petróleo, Ali al Nuaimi, repitió que el reino, principal productor de la OPEP, está preocupado por la “estabilidad del mercado” y que utilizaría su capacidad de reserva para “responder a una escasez de la oferta o una subida inesperada de la demanda”.

El petróleo subió el lunes en Asia — con un barril WTI a 101,29 dólares y el Brent a 110,42 dólares — debido sobre todo al impacto de las sanciones contra Irán y la preocupación sobre el estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 40% del tráfico marítimo petróleo mundial.

A finales de noviembre, el influyente senador estadounidense Mark Kirk afirmó que Arabia Saudita estaba dispuesta a aumentar su producción de petróleo para que en caso de sanciones estadounidenses contra Irán no se perturbe el mercado mundial de crudo.

Catar, primer exportador mundial de gas natural licuado y en posesión de las terceras reservas gasíferas mundiales, alberga hasta el jueves el Congreso Mundial de Petróleo, que reúne en particular a ministros del ramo y presidentes de grandes empresas mundiales.

Es la primera vez en cerca de 80 años de la existencia del congreso que se realiza en Oriente Medio.