Una activista que denunció una red de secuestradores de mujeres en la mexicana Ciudad Juárez (norte) y cuya hija fue asesinada en febrero de 2001, resultó herida de bala en un supuesto robo, pero sus familiares aseguraron este sábado que se trató de un ataque.

Norma Andrade, profesora y fundadora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa, “recibió dos balazos en un supuesto intento de robarle su auto” la tarde del viernes, por lo que la activista fue hospitalizada con lesiones en tórax y brazo, dijo Malú García Andrade, otra hija de la activista.

“La agresión fue intencional y los responsables son los mismos que me amenazaron, están ligados al cártel de Juárez”, dijo García Andrade vía telefónica desde Ciudad de México, donde reside como medida cautelar emitida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, luego de recibir amenazas.

La procuraduría (fiscalía) local señaló que “a esta persona la intentaron asaltar y en los hechos forcejearon y le dispararon”, pero ya se investiga si hay otro móvil detrás de la agresión.

La dependencia informó además que mantiene vigilancia en el hospital donde se encuentra la activista, para protegerla.

La organización Amnistía Internacional y la estatal Comisión de Derechos Humanos de México condenaron por separado el atentado contra Andrade y demandaron al gobierno mexicano que garantice su seguridad y la de toda su familia.

Amnistía “hace un llamado urgente a las autoridades federales y estatales para que garanticen la seguridad de Norma Andrade y los demás miembros de su familia”, señaló un comunicado.

Norma Andrade se convirtió en activista luego que en febrero de 2001 su hija Lilia García, de 17 años y madre de dos niños, fue secuestrada por presuntos narcotraficantes y asesinada. Su cuerpo fue uno de los numerosos localizados cerca de un campo algodonero en Ciudad Juárez.

Tras el asesinato de Lilia García, su hermana Malú se aunó a la causa de su madre, y juntas, denunciaron a una red de tratantes de adolescentes ante autoridades del estado de Chihuahua, donde se localiza Ciudad Juárez, fronteriza con la ciudad estadounidense El Paso, Texas.

Según ambas mujeres, esta red estaría ligada al cártel de Juárez, que actúa en esta localidad de 1,3 millones de habitantes y es considerada la más violenta de México. En la década de los años 90 y principios de los 2000, fue célebre por las desapariciones y brutales asesinatos de mujeres.

La violencia ligada al tráfico de drogas ha dejado más de 45.000 muertos desde diciembre de 2006, cuando el gobierno federal lanzó un operativo antidroga en el que participan más de 50.000 militares.