A paso lento avanza la investigación de la tragedia del avión CASA C-212 en el archipiélago de Juan Fernández, y actualmente se analiza la formación profesional de los pilotos Juan Pablo Mallea y Carolina Fernández.

Informes publicados sostienen que Mallea era mal alumno y que aprobó gracias a ‘pitutos’, que se ubicaba en el puesto 19 de 21 alumnos de su clase, que contaba con problemas de comprensión y bajo rendimiento en las prácticas.

Además, los escritos señalan que debía ejercitar sus habilidades de comunicación y expresión oral; agregando que presentaba carencia para tomar decisiones y que incluso mostraba falta de compromiso.

Y a pesar de que su carrera estaba en juego, aprobó.

En otro informe se indica que el piloto Juan Pablo Mallea comete errores repetitivos, que no sabe multiplicar, por lo que no es capaz de calcular su velocidad, situación considerada básica tanto para un piloto como para un niño de tercero básico.

Para Tomás Mosciatti, en la Fuerza Aérea de Chile nadie controla como se forman los pilotos, ¿quién los acredita y fiscaliza?: Nadie, por lo que es un mundo ideal para las influencias, como en el caso de Mallea.

¿Cuántos Juan Pablo Mallea existen entre nosotros y que son igualmente dañinos?

Para Tomás Mosciatti, es similar a lo que ocurre con algunas universidades privadas, donde los estudiantes son clientes, y en donde a muchos profesores los han expulsado por negarse a aprobar alumnos.

Actualmente en Chile existen fábricas de profesionales, que son malignas, y cuyos profesionales en un futuro pueden causar daño.

Por si fuera poco, los puntajes de ingreso a las universidades han diminuido, provocando una nivelación hacia abajo.

Estamos replemos de ‘Malleas’ y pueden producirse gran cantidad de tragedias, más pequeñas, pero igualmente graves para quienes las sufren.

El comentario es de Tomás Mosciatti para Bío-Bío Chile.
http://youtu.be/FlSrfVVOfMc