Los ataques de aviones no tripulados (drones) de Estados Unidos contra militantes afganos en Pakistán no se verán comprometidos si Islamabad expulsa a las fuerzas estadounidenses de una base aérea clave, aseguraron este martes funcionarios y un exagente de inteligencia.

El sábado pasado, varios helicópteros y aviones de la OTAN bombardearon por error dos puestos del ejército paquistaní en la frontera con Afganistán, dejando un saldo de 24 soldados muertos.

Los ataques complicaron aún más la ya tensas relaciones entre Washington e Islamabad, que bloqueó sus rutas a las fuerzas estadounidenses en Afganistán y las expulsó de la base aérea Shamsi, utilizada por la flota de aviones no tripulados de la CIA.

Funcionarios estadounidenses y analistas estiman que la repercusión de las medidas adoptadas por Islamabad será sólo simbólica, pues Estados Unidos puede hacer funcionar sus aviones Predator y Reaper desde campos aéreos del vecino Afganistán.

“Es bueno tener (la base aérea) Shamsi, pero no es crucial para operar los aviones no tripulados, que pueden ser manejados desde bases en Afganistán”, dijo Bruce Riedel, exagente de la CIA y miembro del centro de reflexión Brookings Institution.

Estados Unidos depende de Pakistán para abastecer a los 130.000 efectivos de la coalición en Afganistán.