Sólo durante el 2011, tres episodios de intoxicación han afectado a los habitantes de las comunas de Puchuncaví y Quintero, por lo que se han realizado investigaciones y se han encontrado antecedentes que apuntan a la fundición Ventanas de Codelco como la principal contaminante del sector.
Existen datos que demostrarían un actuar criminal de las autoridades, al descuidar, pese a todos los antecedentes, las emisiones de material tóxico que han ahogado en dióxido de azufre a la población.
Ya con anterioridad se instaló una termoeléctrica en el lugar, otorgándose permisos durante el Gobierno de Michelle Bachelet, época en la que “se carbonizó Chile”.
Lo más grave es que no existe una normativa que controle las emisiones de las 7 plantas de fundiciones del país, siete plantas que pertenecen Codelco, y que, por lo tanto, son parte del Estado, convirtiéndolo en el mayor contaminante de Chile en lluvia ácida.
Luego de la intoxicación de cerca de 200 personas a mediados de año, tanto autoridades como las empresas comprometieron medidas al respecto.
El proyecto de ley para normar estas emisiones ha experimentado retrasos respecto de la fecha inicial fijada para octubre del 2011, quedando para marzo de 2012, mientras las personas siguen expuestas a estos peligrosos contaminantes.
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