El mariachi mexicano y el fado portugués fueron inscritos este domingo por la UNESCO como patrimonio cultural mundial inmaterial de la humanidad junto a la tradición de los chamanes jaguares Yuruparí de Colombia y a un rito peruano de la región de Cusco.

El Comité para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial reunido en la isla de Bali (Indonesia) agregó en total 14 elementos a la “lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad” que ya cuenta 213 tradiciones de todo el mundo.

El Comité, cuya reunión continúa en Bali hasta el próximo martes, ya había inscrito en su lista al teatro de sombras chinescas y a un rito tradicional de Lovaina en Bélgica sobre el paso de las generaciones, entre otros.

La lista “representativa” no tiene carácter urgente, a diferencia de la “lista del patrimonio inmaterial que necesita una salvaguarda urgente” y que reúne a 27 tradiciones “amenazadas de desaparición”.

El Comité decidió incluir al Mariachi, “música de cuerdas, canto y trompetas de México”, el Fado, “canto popular urbano de Portugal”, así como “los conocimientos tradicionales de los chamanes jaguares de Yuruparí de Colombia.

Los chamanes jaguares de Yuruparí constituyen el patrimonio común de numerosos grupos étnicos asentados a orillas del río Pirá Paraná, al sudeste de Colombia, indicó la UNESCO.

Basados en sus conocimientos sagrados tradicionales, los chamanes curan a las personas, previenen enfermedades y revitalizan la naturaleza.

Durante la ejecución del ritual Hee Biki, los jóvenes varones aprenden las normas tradicionales en el contexto de su paso a la edad adulta.

Los conocimientos de los chamanes se han heredado de un mítico Yuruparí omnipotente, una anaconda que vivió como persona y que se encarna en unas preciadas trompetas sagradas.

La peregrinación al santuario del Señor de Qoyllurit’i, rito observado en Perú, también pasó a integrar la lista de la UNESCO. Comienza 58 días después de Pascua, cuando representantes de ocho “naciones” de los alrededores de Cusco se ponen en marcha hacia el santuario del Sinakara.

La peregrinación dura un día entero y comprende procesiones con cruces que suben a la cumbre nevada de la montaña para luego descender hasta el pueblo de Tayancani al amanecer, explicó la UNESCO en un comunicado.

Otras tradiciones incluidas este domingo en la lista de la UNESCO incluyen una práctica de canto y música de Croacia oriental, la danza sagrada japonesa del Sada, la equitación francesa y el Tsiattista, duelo poético chipriota.