Entre 300 y 400 personas, según los organizadores y la policía, procedentes de Francia y España, manifestaron el sábado en la frontera franco-española de Le Perthus (Pirineos Orientales), contra la “mercantilización de los cuerpos” y la prostitución.

A pocos kilómetros de la pequeña ciudad de La Jonquera (Cataluña, noreste de España), célebre por su turismo sexual, los manifestantes –mujeres y hombres– desfilaron tras un cartel que afirmaba “nuestro cuerpo no es una mercancía”.

Este mitin, organizado con motivo del Día internacional de lucha contra la violencia a las mujeres, estaba destinado a “sensibilizar al público ante el sufrimiento” de las prostitutas, “desmitificar el sistema de los burdeles” y “responsabilizar a los clientes”, precisó una coordinadora del Colectivo de los derechos de las mujeres de ese Departamento, Ghislaine Fraiche.