El ejército egipcio descartó nuevamente la hipótesis de entregar inmediatamente el poder como lo reclaman miles de manifestantes en la plaza Tahrir en El Cairo, los que convocaron a movilizarse masivamente el viernes.

Según los canales de televisión privada de Egipto, el ejército decidió encargar a un ex primer ministro del presidente derrocado Hosni Mubarak, Kamal el Ganzuri, la formación de un nuevo gobierno, en reemplazo del de Esam Sharaf, que renunció el lunes.

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) no confirmó esta información, y según otros órganos de prensa varios candidatos fueron recibidos y las consultas continúan, a pocos días del comienzo el lunes de las primeras legislativas desde que cayó Mubarak.

Citando a una fuente militar, la página internet del periódico gubernamental Al Ahram indicó que “el CSFA no tomó aún la decisión de nombrar a Kamal el Ganzuri”. “Las consultas continúan”, agregó.

Pero el posible nombramiento de este economista de 78 años no convenció a los manifestantes de la plaza Tahrir para quienes este casi octogenario ex primer ministro era objeto de burlas el jueves por la noche.

“Pienso que era popular en su época. Pero ya no es de nuestra era”, dijo Abdalá Ahmed, un estudiante de 22 años.

Luego de la violencia de los últimos días, los enfrentamientos cesaron este jueves en la plaza tras un acuerdo entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad para evitar choques.

Al parecer, las violencias han creado malestar incluso entre los militantes, y muchos estiman que el movimiento de protesta debería concentrarse en la plaza y no provocar a la policía cerca del ministerio del Interior.

Este jueves también se lanzaron llamados a manifestar el viernes para obtener la partida del poder militar y de su jefe, el mariscal Hussein Tantaui, acusado de perpetuar el régimen de Mubarak.

Por la mañana el ejército egipcio pidió disculpas por la muerte de 38 personas los últimos días, y descartó la idea de ceder a las reivindicaciones de los manifestantes que reclaman que los uniformados entreguen el poder.

El ejército egipcio expresó “su pesar y presenta sus sentidas excusas por la muerte como mártires de hijos leales de Egipto” durante los enfrentamientos, que son la peor crisis para el poder militar desde que asumió la dirección del país después de la caída del presidente Hosni Mubarak el 11 de febrero.

Pero haciendo oídos sordos a las demandas, altos responsables militares egipcios recusaron el jueves los pedidos de los manifestantes de que el ejército abandone inmediatamente el poder, asegurando que sería como “traicionar al pueblo”.

“El pueblo nos confió una misión y si renunciamos ahora sería como traicionar al pueblo”, declaró el general Mujtar el Mulah.