Las autoridades de Costa Rica han decomisado diez toneladas de cocaína en los últimos 18 meses, producto de una intensificación de la lucha contra el narcotráfico, aseguró este jueves el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora.

El último golpe de importancia contra el tráfico de drogas fue el decomiso de poco más de 1.200 kilos de cocaína el pasado martes en un operativo realizado en un sector al norte de la capital, indicó Zamora en una conferencia con corresponsales de prensa extranjera.

“La lucha contra el narcotráfico constituye un reto importante para Costa Rica” y es una de la consignas del gobierno de la presidenta Laura Chinchilla desde que asumió en mayo de 2010, afirmó.

El funcionario explicó que los carteles del narcotráfico, especialmente los mexicanos, han extendido sus operaciones ilegales del norte al sur de Centroamérica, específicamente a Costa Rica, donde es muy fuerte la presencia del cartel de Sinaloa.

“También hay una incipiente presencia del grupo de los Zetas, que se manifiesta en relación con organizaciones de mafia local, según hemos podido constatar”, señaló.

Zamora dijo que Costa Rica ha experimentado este año, entre enero y agosto, un descenso del 10% en el número total de de homicidios, pero paradójicamente se ha incrementado la cifra de crímenes atribuibles a los narcotraficantes, que actualmente representan un 40% de las muertes violentas.

Eso demuestra, sostuvo, la creciente penetración de las mafias de las drogas, que movilizan su mercancía tanto por vía terrestre como marítima, utilizando como puente a los países centroamericanos.

El ministro costarricense destacó la importancia de los acuerdos de patrullaje conjunto entre Costa Rica y Estados Unidos, que permiten contrarrestar gran parte del flujo de drogas desde Suramérica.

Los patrullajes se realizan en ambas costas, pero con más intensidad en el Pacífico, por donde se moviliza la mayor cantidad de cargamentos.