Las intensas lluvias que azotaron Centroamérica durante diez días en octubre pasado, provocadas por la depresión tropical 12-E, dejaron pérdidas por valor de 1.968 millones de dólares, informó este miércoles el gobierno salvadoreño basándose en cifras de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

“Los efectos causados por la tormenta 12-E y la cuantificación de daños y pérdidas en los países de la región muestra una cifra de 1.968.072 millones de dólares americanos”, precisó en un comunicado la Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia (SCP).

El informe, elaborado por equipos técnicos de la región, fue coordinado por el representante de la CEPAL, Ricardo Zapata, quien presentó un resumen regional durante una reunión en San Salvador.

Además de los 123 muertos registrados durante la crisis climática, “los mayores daños por sectores se registran en infraestructura, transporte y comunicaciones, seguido de vivienda y el daño ambiental”, describió Zapata.

Según el experto de CEPAL, El Salvador es el país que más sufrió el impacto en daños en términos de destrucción física, seguido de Nicaragua. En el caso de Guatemala, que también sufrió graves pérdidas, el mayor impacto se registra en medio ambiente, mnientras que en Honduras es en agricultura, ganadería y pesca.

En Nicaragua, la destrucción se dio en transporte y sistemas de agua potable, y en Costa Rica se reportó destrucción parcial en vías terrestres de comunicación, indicó la SCP, que no dio un desglose del monto de las pérdidas por país.

El representante de CEPAL explicó que el impacto del cambio climático se ha venido acumulando a través de los años: “Hay efectos acumulativos de desastres por las tormentas Ida, Agatha y Stan, es decir, hay una vulnerabilidad acumulada”.

En Centroamérica, el promedio anual de pérdidas oscila entre 1.000 y 1.500 millones de dólares por efecto de los desastres naturales asociados a la vulnerabilidad.

“Vivimos una nueva normalidad climática asociada al desorden del clima en la región”, sostuvo el especialista.