Un nuevo caso relacionado con presuntos abusos sexuales efectuados por sacerdotes de la Iglesia Católica en la provincia de Osorno, está siendo investigado por la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones.

Al caso del sacerdote en Purranque, Miguel Ángel Soto Macías, perteneciente a la congregación Misioneros de la Precisa Sangre, se suma uno nuevo. Se trata del padre colombiano Carmelo Márquez Julio, quien fue acusado por 9 alumnas de diversos establecimientos educacionales, de haber sido tocadas en las piernas de manera extraña, además de haberles preguntado por su iniciación sexual.

Lo anterior, habría sucedido en agosto de este año en una actividad en la que las menores, de diversas edades, en su mayoría adolescentes, debían confesarse.

Posteriormente, el 28 de agosto se informó de los hechos al Obispado, y la misma información fue entregada a la Fiscalía de Osorno el 30 del mismo mes.

Fue así como el Obispado inició paralelamente una investigación interna a cargo del padre Enrique Hernández, quien en conversación con La Radio, sostuvo que la indagación duró 2 meses, además de mencionar lo afectada que se encuentra la iglesia Católica con la situación.

Por su parte, el mismo sacerdote, Carmelo Márquez Julio, confesó a La Radio sentirse tranquilo y confiado en que todo saldrá bien, pues él, asegura, no hizo nada malo.

Márquez Julio, se encuentra alejado de sus funciones pastorales y actualmente está radicado en la comuna de San Pablo, a la espera de que la investigación culmine.