Egipto se preparaba este martes a una nueva y masiva manifestación en El Cairo para pedir la salida del poder de los militares, que iniciaron una reunión de diálogo con partidos políticos después de tres días de sangrientos choques entre policía y manifestantes.

Miles de personas se habían congregado por la tarde en la emblemática plaza Tahrir de la capital, para reivindicar una rápida entrega del poder a una autoridad civil. La calle acusa a los militares de eternizarse en el poder y de reeditar la política de represión del régimen de Hosni Mubarak.

La manifestación debía iniciarse para exigir la formación de un “gobierno de salvación nacional”.

Paralelamente, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) mantenía un encuentro con varios partidos, entre ellos los influyentes Hermanos musulmanes.

El mariscal Husein Tantauí, jefe de las Fuerzas Armadas, se dirigirá “pronto” a la nación, anunció el martes la televisión pública al comenzar esa reunión.

El lunes por la noche el CSFA reconoció por primera vez, desde el inicio de las violencias que dejaron 28 muertos en tres días, que el país estaba en “crisis”, después de la dimisión presentada por el gobierno de Esam Sharaf, nombrado en marzo por el ejército.

El consejo militar aún no ha dicho si aceptaría o no esta dimisión, mientras el país se hunde en su más grave crisis a una semana de las primeras elecciones legislativas de la era post-Mubarak, expulsado del poder en febrero por una rebelión popular.

En este contexto, se teme que las elecciones estén salpicadas por actos de violencia.

Los Hermanos musulmanes habían anunciado que no participarían en la manifestación masiva organizada para este martes por varias organizaciones políticas.

“La situación necesita calma y diálogo. Mientras más aumente el número (de manifestantes), más tensiones habrá”, indicó Saad al Katatny, secretario general del Partido de la libertad y de la justicia, de la cofradía.

“Somos partidarios del derecho a manifestar pero la situación actual es tensa y queremos superarla”, prosiguió.

Aunque críticos frente al poder militar, los Hermanos Musulmanes son contrarios a postergar las legislativas, que se inician el 28 de noviembre, para las cuales estiman estar en posición de fuerza.

“Nuestras reivindicaciones son la organización del comicio en la fecha prevista (28 de noviembre) y la entrega del poder a una autoridad civil a mediados de 2012″, entre otras, reiteró Al Katatny.

Por otra parte, según el ministerio de Salud, 28 personas –26 en El Cairo, una en Alejandría (norte) y una en Ismailia (en el canal de Suez) — resultaron muertas desde el sábado, en especial en la plaza Tahrir de El Cairo, que ya fue epicentro de la revuelta de principios de año.

“Nadie puede negar que Egipto se encuentra hoy ante un gran peligro, y en un momento decisivo”, escribía el martes el diario gubernamental Al Gumhuriya.

La Bolsa de El Cairo cerró la sesión de este martes con una pérdida de 4,77%, tras una suspensión de una hora en medio de la grave crisis política. La suspensión temporal se decidió después de que el índice de referencia EGX-30 cayera 4,48%.

Entretanto, la Liga Árabe llamó a la calma y a trabajar por el “cambio democrático”. Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Estados Unidos expresaron también su preocupación por los acontecimientos en Egipto.