Los enfrentamientos entre cientos de manifestantes exigiendo el fin del poder militar y las fuerzas del orden entraron en su tercer día este lunes en la mañana en la plaza Tharir de El Cairo, tras haber dejado 33 muertos desde el sábado en Egipto.

La policía disparaba granadas lacrimógenas contra los manifestantes, que respondían con piedras, organizados en pequeños grupos en la plaza y sus alrededores de este lugar emblemático de la revuelta popular que culminó con la caída del presidente Hosni Mubarak en febrero pasado.

Los enfrentamientos más violentos tenían lugar en los alrededores del ministerio del Interior cerca de la plaza.

La televisión pública transmitía en directo las escenas.

En tres días de violencias, los choques ya han dejado 33 muertos, la mayoría de ellos en El Cairo, según anunciaron el lunes responsables de una morgue en la capital.

El ministerio de salud tenía hasta ahora un balance de 22 muertos y centenares de heridos.

En este contexto de inestabilidad, la bolsa de El Cairo cerró el lunes con una fuerte caída del 4%.

Estos enfrentamientos se producen cuando falta una semana para que comiencen las primeras elecciones legislativas desde la caída de Mubarak, el 28 de noviembre y que deben prolongarse por varios meses.

Los manifestantes reclaman el término del poder militar que se instaló luego de la caída de Mubarak y en particular la salida del mariscal Hussein Tantauí, caudillo del antiguo régimen y hoy jefe de hecho del país en su condición de cabeza del Consejo supremo de las fuerzas armadas (CSFA).

Este lunes, temprano en la mañana, el imán de la mezquita Omar Makram en la plaza Tahrir, jeque Mazhar Chahin, afirmó a la televisión pública que llegó a un acuerdo con la policía y que la calma había vuelto en la plaza.

El domingo, durante toda la noche, miles de manifestantes lanzaron piedras y cócteles molotov contra la policía, que respondió con granadas lacrimógenas y balas de caucho.

Varios médicos dijeron haber atendido a numerosos heridos por balas de guerra.

También hubo manifestación el domingo en El Arich, en el Sinai, en Suez y en Ismailia, en el canal de Suez, en tanto hubo enfrentamientos al término de los funerales de un hombre joven muerto en Alejandría.

Estos enfrentamientos que, por su violencia recuerdan las escenas de la rebelión contra el régimen de Hosni Mubarak que culminaron en su caída, a comienzos de año, reactivaron los temores de que las elecciones legislativas se desarrollen en un clima de violencia.

El ejército se comprometió a entregar el poder a los civiles después d ela elección de un nuevo presidente, pero la fecha de la elección presidencial consecutiva a los comicios legislativos, hasta el momento sigue siendo una incógnita.

En un comunicado leído el domingo en la televisión pública, el ejército declaró “lamentar” los acontecimientos actuales, y llamó al gobierno a reunirse con las fuerzas políticas para terminar con las violencias, al tiempo de reafirmar que respecta el calendario electoral que fue establecido.

El domingo en el extranjero, la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton estimó que la ley y el orden debían ser garantizados “dentro del respeto de los derechos humanos”, mientras que Londres “condenó la violencia”, en tanto Roma y Berlín expresaban su “profunda preocupación” frente a la situación.