Las autoridades brasileñas quieren aplicar la multa máxima a la estadounidense Chevron, responsable por el derrame de petróleo frente a la costa de Rio de Janeiro, que podría ascender a 100 millones de reales (unos 56 millones de dólares).

“El monto de la multa del gobierno federal será probablemente de 50 millones de reales”, el máximo previsto por daños ambientales, declaró a la prensa local Carlos Minc, secretario de Medio Ambiente del estado de Rio de Janeiro, tras una reunión con la policía federal que investiga el accidente.

Minc agregó que el estado de Rio puede también aplicar multas por concepto de reparaciones al medioambiente. El secretario advirtió que Chevron podría incluso perder “el derecho a participar de llamados de explotación durante cinco años”.

“Rio no será escenario de la impunidad” en materia de delitos ecológicos, dijo el responsable. “Subestimaron la excesiva presión al lado de una fisura (…). Este accidente podría haber sido evitado”, afirmó Minc que agregó que “otro error es que no consiguieron contener la fuga”.

La presidenta Dilma Rousseff debe reunirse la tarde de este lunes con el ministro de Energía y el director de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) para tratar sobre el tema.

El director de Chevron en Brasil, George Buck, había declarado el domingo que la firma aceptaba “toda la responsabilidad del accidente”.

La fuga fue declarada el 9 de noviembre en un pozo en perforación a 1.200 metros de profundidad, cerca del Campo Frade, a 370 km al noreste de la costa de Rio de Janeiro.

Según la ANP, entre 5.000 a 8.000 barriles de petróleo ya fueron derramados, cifras retomadas por Chevron a la espera de sus propios datos.

Brasil descubrió en los últimos cinco años gigantescas reservas de crudo y de gas en aguas muy profundas (hasta 7.000 metros) en el Océano Atlántico, bajo una espesa capa de sal, cuya explotación requiere de enormes inversiones.