La Liga Árabe examinará nuevamente el jueves el caso de Siria, tras expirar su ultimátum para que cese la “sangrienta represión” y se aplique su plan de salida de crisis, pero Damasco estimó el domingo que su aplicación podría “permitir violar la soberanía nacional”.

Por su parte, el presidente Bashar al Asad dijo estar dispuesto a combatir y morir si tuviera que enfrentar fuerzas extranjeras

Los cancilleres de los países de la Liga Árabe se reunirán nuevamente el jueves para examinar la situación en Siria, anunció el domingo a la prensa el secretario general adjunto de la organización, Ahmed bin Hilli.

La Liga Árabe había dado hasta el sábado a Damasco para que “detenga la sangrienta represión”, so pena de sanciones económicas.

La entidad dio este ultimátum a Damasco ante el incumplimiento sirio de su plan de salida de crisis, que prevé el fin de la represión, la retirada de las tropas de las ciudades, la liberación de miles de detenidos y el envío de observadores árabes.

Este domingo, el canciller sirio, Walid Muallem, acusó a ciertos países miembros de usar a la Liga Árabe como “instrumento” para lograr llegar al Consejo de Seguridad de la ONU.

Además, el plan de la organización para Siria “brinda a los emisarios de la Liga Árabe prerrogativas muy amplias (…) que pueden llegar a permitir violar la soberanía nacional”, recalcó Muallem.

En una entrevista del dominical británico The Sunday Times, el presidente sirio, Bashar Al Asad, sostiene que el ultimátum sirve para “proporcionar a los países occidentales un pretexto” para una intervención militar en Siria.

Al Asad se manifiesta “totalmente” dispuesto a combatir y morir si debe enfrentarse a fuerzas extranjeras, dice sentir pena por cada gota de sangre derramada en su país pero afirma que su régimen debe velar por el respeto de la ley frente a bandas armadas.

“El conflicto continuará y la presión para someter a Siria continuará”, pero “Siria no se inclinará”, estimó Asad.

Frente al recrudecimiento de la violencia, Estados Unidos, Francia y Turquía, pero también Irán, han dicho que temen una “guerra civil” mientras se multiplican los ataques de militares disidentes en paralelo con las manifestaciones pacíficas.

Por su parte, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que reagrupa a la mayoría de las corrientes de la oposición, anunció este domingo un proyecto de programa político con el objetivo de derrocar al régimen y celebrar elecciones tras un periodo transitorio de un año.

“El consejo trabaja para construir un Estado civil, democrático y pluralista, con un sistema parlamentario”, añadió el CNS, que prevé la igualdad entre los ciudadanos, la separación de los poderes, la protección y la garantía de los derechos de las minorías.

Según este proyecto, el Consejo “dirigirá el país con la institución militar durante el período transitorio para preservar la unidad y la seguridad”.

Lanzado oficialmente el 2 de noviembre en Estambul, el CNS sólo ha sido reconocido hasta el momento por el nuevo régimen libio.