Los indicios de que un derrame de crudo en aguas brasileñas, en una ruta migratoria de ballenas y delfines, puede ser mayor a lo previsto inicialmente acorralan a Chevron, que intenta sellar el pozo dañado mientras la policía la investiga por presunto delito ambiental.

La petrolera estadounidense fue duramente cuestionada este viernes por los datos que ha suministrado sobre la emergencia, que aparentemente se inició hace 10 días, cuando perforaba un pozo en exploración marítima a 1.200 metros de profundidad frente a las costas brasileñas.

“El accidente debe ser bastante mayor de lo que está siendo anunciado”, dijo el secretario de Medio Ambiente del estado de Rio de Janeiro, Carlos Minc, a la televisión Globo.

“Vamos a exigir reparación para aves, peces, delfines y pescadores”, señaló Minc. “La empresa tiene que ser castigada de manera ejemplar”, agregó.

El pozo afectado está cerca del Campo Frade, 370 km al noreste de la costa de Rio de Janeiro. Hasta el martes, el derrame había provocado una mancha de unos 163 km2 y estaba a unos 120 km del litoral, según la Agencia Nacional de Petróleo (ANP, estatal).

Chevron, propietaria de la empresa Texaco en Brasil, habló en un principio de una mancha de entre “400 y 650 barriles de petróleo”, sin precisar el volumen diario de crudo que estaba saliendo al mar.

El jueves, la compañía, que dos días atrás había declarado como exitosa la operación para sellar la fuga y el pozo de manera definitiva, informó que la estela de petróleo se había “disipado considerablemente” y calculó que el total de crudo filtrado al mar alcanzaba los 65 barriles.

Al mismo tiempo, el ministerio de Minas y Energía dijo que a diario se estaban escapando al mar de “22O a 230 barriles”.

Ninguna autoridad ha dado por superada la emergencia y, si bien se cree que la filtración ha cedido, funcionarios, expertos y varias ONG, como Greenpeace, señalan un daño mucho mayor al reportado.

“Imágenes satelitales obtenidas por la NASA indican un derrame 10 veces mayor” a los 330 barriles diarios que calculó la ANP y “la extensión de la mancha vista desde el aire llevan a un cálculo de 3.700 barriles de petróleo por día”, aseguró Greenpeace, que realizó este viernes una protesta.

El geólogo estadounidense John Amos, de la ONG SkyTruth, precisó que las fotos de la NASA señalan un derrame de unos 3.738 barriles diarios entre los días 9 y 12 de noviembre para un total de 15.000 barriles vertidos en el océano, según declaraciones a O Globo.

La AFP intentó infructuosamente contactar a Chevron para conocer su versión.

Las autoridades brasileñas descargaron toda la responsabilidad sobre la petrolera y prometieron que ésta responderá por los daños.

La Policía Federal inició una investigación e indagará a los responsables de la firma estadounidense.

“No hay ninguna duda de que el delito ocurrió. El derrame proviene de la actividad de perforación. Lo que me interesa ahora es delimitar responsabilidades”, sostuvo Fabio Scliar, jefe del departamento de Medio Ambiente de la Policía Federal.

El funcionario dijo que en la plataforma petrolera a “alguien se le escapó que habían perforado 500 metros más de lo que debían y que tal vez esa sea la causa” del derrame.

Chevron señaló por su lado que el problema pudo ocasionarse cuando estabilizaba el pozo en exploración, y que el crudo se filtró por una falla geológica.

“El gobierno quiere esclarecer completamente el asunto y exige medidas en defensa de nuestro litoral y de la vida marina”, declaró el jueves el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao.

“Si Chevron no está cumpliendo con su papel, será castigada más severamente”, enfatizó.

Este viernes, activistas de Greenpeace vestidos como trabajadores petroleros derramaron tinta negra en la puerta de las oficinas de la compañía estadounidense Chevron en Rio, para protestar contra el escape de crudo.

“Greenpeace quiere transparencia de Chevron y de los órganos de gobierno sobre el accidente. Las informaciones que tenemos hasta ahora son contradictorias. La empresa minimiza el problema”, dijo Leandra Gonçalves, de la organización ecologista, en un comunicado.