El presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Joseph Blatter, pidió perdón este viernes por sus polémicos comentarios en los que minimizaba la importancia del racismo en el fútbol pero dijo que no dimitiría, en declaraciones a la cadena británica BBC.

“Me duele mucho porque no me esperaba una reacción así”, dijo Blatter.

“Cuando hago algo que no es totalmente correcto sólo puedo decir que lo siento por la gente que se vio afectada por mis declaraciones”, añadió.

El miércoles, Blatter había asegurado a CNN que el racismo no era un problema en el fútbol, unas palabras que fueron muy criticadas en Inglaterra por figuras del deporte como David Beckham, que las calificó de “espantosas”, o de la política, como el primer ministro británico David Cameron.

“Diría que no, no hay racismo. Quizás haya algún jugador que tiene frente a otro una palabra o un gesto que no son correctos”, explicó el presidente de la FIFA a la cadena de noticias de Estados Unidos.

Sin embargo este viernes Blatter descartó dimitir, como pidieron entre otros el ministro de deportes británico.

“No puedo dimitir. ¿Por qué tendría que hacerlo? Cuando te enfrentas a un problema tienes que enfrentarte a él. Irme sería totalmente injusto e incompatible con mi espíritu de luchador, mi carácter y mi energía”, afirmó a la BBC.

El fútbol inglés vivió en las últimas semanas dos casos de presuntos insultos racistas, el del uruguayo Luis Suárez (Liverpool) contra el francés Patrice Evra (Manchester United) y el de John Terry, capitán de Inglaterra y subcapitán del Chelsea, contra Anton Ferdinand, defensa del Queens Park Rangers.