La emergencia volcánica del Caulle a más de 5 meses de su erupción está dejando en evidencia lo poca integración que sus habitantes sienten por parte de sus autoridades, lo que se ve reflejado en que a la mayoría simplemente no las conocen, y cuando las necesitan no las ven.

Los animales comen pasto con cenizas y las personas sufren de dolores de cabeza, aparentemente por el material que emana el volcán, casi consientes de que todo lo deben enfrentar prácticamente solos.

Después de la erupción del Cordón Caulle, comenzó un operativo inmediato de evacuación, instalación de albergues, movilización de recursos, presencia permanente de organismos y autoridades y la promesa de que los afectados no iban a ser abandonados.

A 5 meses de aquello la percepción de la gente es otra… Al vivir día a día la emergencia, dicen ya no sentirse acompañados.

Es cierto, han ido representantes regionales pero que no han llegado a todos los lugares… Al seremi de Salud en Pichico y Pocura simplemente no lo conocían.

Recordemos que la autoridad concurrió porque la profesora de la escuela rural a través de La Radio hizo pública las náuseas y cefaleas que sus alumnos comenzaron a sufrir.

Las praderas están cubiertas por material volcánico fino, el que sigue cayendo. Las ovejas y vacunos comen pasto con cenizas. En el camino éstas se levantan con el viento y por el tránsito de los vehículos, colándose por las casas y siendo respirada por las personas.

Aquello preocupa a los habitantes e invitaron al Seremi de Salud a dar una vuelta, a la que se negó, diciendo que la ceniza molesta y hasta reconoció que cuando se endurece es como cemento

La situación es simplemente insostenible, según indican los campesinos, sobre todo para el trabajo con animales o en faenas forestales:

La intervención en salud mental sólo duró hasta cuando la gente estuvo en albergues, pero ahora también es necesario, ante lo cual, la jefa de gabinete del Servicio de Salud Valdivia, Bianca Boetcher, reconoció que una de las principales preocupaciones es que el campesino ve que sus animales no tienen alimentos y al respecto no saben qué hacer.

Pero falta atención más básica. Los adultos deben aguantarse el dolor de cabeza y no todos usan mascarillas, porque no las tienen y no siempre andan con un paño húmedo para no respirar cenizas, porque las faenas campestres se lo impiden.

Incluso, los alumnos de la escuela dijeron que se aburrieron de las charlas. Pidieron un plan de acción y así no seguir respirando las cenizas.

Después de todo este revuelo, la Seremi de Salud anunció incrementar sus rondas médicas; y desde la Red Asistencial, reestablecer la atención en salud mental. El Fosis, mientras tanto, anunció intervenir 30 familias del sector en aspectos económicos y emocionales.

Lo importante es que estos organismos vayan donde los campesinos y toquen su puerta, y no sea al revés… Que el Estado haga su pega sin que los habitantes del Caulle se lo tengan que recordar, acompañar a este grupo de chilenos que como evidencian, se sienten lejos del Gobierno.

Revisa las fotos tomadas por Carlos López en la siguiente galería:

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