Profesores y estudiantes se preparan para viajar mañana jueves a Valparaíso, en lo que será la primera jornada de una doble movilización nacional.

En este contexto, el vocero de la Confech, Giorgio Jackson, criticó que el gobierno se abra a negociar con la oposición, sin haberlo hecho antes con los estudiantes.

No hay mejor sintoma que refleje que la crisis educacional aterrizó en el Congreso que la segunda protesta nacional en Valparaíso en menos de dos semanas.

Serán 48 buses los que saldrán desde Santiago con estudiantes y profesores rumbo a Valparaíso en la mañana de este jueves.

Once más se sumarán desde el sur y 8 lo harán desde el norte del país.

El objetivo de la movilización, según indicaron en el Colegio de Profesores, es protestar por la poca claridad que existe respecto al proyecto de ley de desmunicipalización de escuelas y liceos que presentará el gobierno.

Sobre este punto, el presidente del Magisterio, Jaime Gajardo, señaló que se trata de una de las demandas centrales del movimiento educacional.

Los secundarios también se preparan. Si bien el vocero de la ACES, Alfredo Vielma, manifestó que no están seguros de tener los recursos para viajar a la Quinta Región. Sí aseguró que el viernes marcharán en Santiago.

Los universitarios de planteles privados también se sumaron. Leonidas Rebolledo, vicepresidente de la Federación de la Universidad Central, indicó que en Valparaíso llamarán a la clase política a no traicionar a los estudiantes.

Y en la jornada previa al inicio de la movilización, el vocero de la Confech, Giorgio Jackson, se mostró decepcionado de que el gobierno se abra a negociar con la oposición en el Congreso y que no lo hiciera con ellos en los seis meses de movilización.

A las 9 de la mañana será la llegada de los buses a Valparaíso, y a las 10.30 se iniciará la marcha del movimiento educacional desde la Plaza Sotomayor y en dirección al Congreso Nacional.

A las cinco de la tarde de mañana jueves regresarán en caravana a Santiago, donde una escolta los esperará en el Tunel Lo Prado, para acompañarlos en su llegada a la capital.