Los cánones de belleza no son los mismos alrededor del mundo. Mientras en occidente se privilegia la sonrisa simétrica, con una dentadura blanca perfectamente alineada, en Japón arrasa una insólita moda: los dientes torcidos.

Según informeó Telecinco, cada vez es más común que en Tokio los jóvenes recurran al odontólogo para someterse a un procedimiento que tiene un valor de 280 euros (casi 200 mil pesos chilenos), y que consiste en poner placas de dientes “chuecos” encima de la dentadura.

El sistema se llama ‘Yaeba’ (diente doble, en español) y surgió luego del éxito de la saga Crepúsculo.

Pero el efecto final que se quiere lograr no es vampiresco, sino que más similar a la sonrisa de un niño con “dientes de leche”, ya que lo que se busca es verse más joven.