La periodista Mónica González, directora del Centro de Investigación Periodística Ciper Chile, señaló que hay que congratularse con el fallo en el caso Karadima, pues establece una verdad histórica: se acredita que el sacerdote Fernando Karadima abusó durante años sexual y psicológicamente de jóvenes.

En entrevista con Espacio Libre de Bío-Bío Valparaíso y Viña del Mar, González dijo que “nadie puede decir que no existió ese abuso”, refiriéndose al pronunciamiento de la Ministra en Visita Jéssica González, quien anunció que el sacerdote Karadima sí cometió abusos sexuales contra 3 de 4 denunciantes. Sin embargo, no será juzgado porque los hechos ocurrieron entre 1980 y 1995, y por eso – de acuerdo a la ley – el delito está prescrito.

Respecto a que Karadima no sea juzgado, Mónica González aseguró que este país es un “paraíso para los pedófilos” y que se hace urgente resolver el vacío legal que hoy existe, que permite que pese a que exista un responsable éste no pueda ser condenado.

Agregó que no es primera vez “que un criminal queda impune” (aludiendo a casos de violaciones a los derechos humanos) e insistió en la necesidad de reformular el Código Penal con la misma premura que se legisla en otros casos que despiertan interés.

La directora de Ciper Chile contó además datos no conocidos del caso Karadima. El centro periodístico lleva un año y 8 meses investigando “un lodo asqueroso”, en palabras de González, en los que se pudo determinar cómo influyó el ambiente elitista, conservador, cerrado en el desarrollo del caso.

Responsabilizó además a todos los obispos de El Bosque por no haber hecho nada con respecto a las denuncias, quienes incluso intentaron silenciar a los denunciantes con dinero. Parte de este retrato de familia se conocerá en dos semanas más, cuando Ciper publique un libro del caso Karadima.

Mónica González | Ciper Chile

Mónica González | Ciper Chile

Entre los datos no revelados destacan que los jóvenes abusados son muchísimos más que los 4 denunciantes; que Karadima sacaba hasta 4 millones de pesos (o más) en sus misas los domingo en El Bosque; y que utilizó ese mismo dinero en excentricidades, como viajes en primera, y estadías en los mejores hoteles, acompañado de algún elegido.

Aseguró además que los obispos de El Bosque intervinieron expresamente para evitar que el Vaticano investigara. Agregando que en la investigación el cardenal Errázuriz queda muy mal parado.

La entrevista es de Dániza Tomicic: