La estatal Aerolíneas Argentinas comenzó este lunes a normalizar sus vuelos internacionales cancelados el domingo por un sorpresivo conflicto gremial, luego de que el gobierno dispusiera restituir a la Fuerza Aérea el control de las operaciones de aviación civil.

“Los vuelos que se reprogramaron del domingo al lunes se están normalizando. En esta situación se encuentran uno con destino a México y otro a Miami y la tarde del lunes se prevé la partida de servicios a Barcelona, Auckland y Madrid”, dijo a la AFP un vocero de la firma, quien pidió no ser identificado.

El gobierno reaccionó a la protesta gremial restituyendo a la Aeronáutica militar el control de las operaciones aéreas, que había ejercido hasta marzo de 2007.

“Transfiérense las funciones de control de la prestación de los servicios de navegación aérea y de coordinación y supervisión del accionar operativo del control aéreo a cargo de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) al ámbito de la Fuerza Aérea Argentina”, dice el artículo 1 del decreto firmado por la presidenta Cristina Kirchner.

El secretario de Transportes, Juan Pablo Schiavi, dijo que el conflicto del gremio de los técnicos aeronaúticos le significó a la compañía reestatizada en 2008 “una pérdida de 20 millones de dólares”.

El dirigente de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, sostuvo que se convocó a la protesta porque la aerocomercial incumplió con las medidas de seguridad.

“Hay aviones fuera de servicio por responsabilidad empresaria, pues tenían los trenes de aterrizaje vencidos”, sostuvo el dirigente gremial.

El ministro de Planificación, Julio De Vido, calificó de “extorsiva” la huelga de los técnicos, quienes continuaron con la protesta luego de que el gobierno dispusiera el sábado la conciliación obligatoria, por la cual las partes deben iniciar negociaciones y suspender las medidas de fuerza.

En una interpretación del origen de la huelga, el diputado y ex sindicalista aeronáutico Ariel Basteiro, vinculado al oficialismo, dijo a radio 10 que “en el caso de APTA, tiene mucho que ver el querer participar en el nombramiento de los gerentes y directivos de la companía”.

“Si bien es una demanda histórica de los trabajadores y los gremios la participación, llegar a una medida de fuerza tampoco parece muy lógico. Cirielli es un dirigente sindical enrolado en la CGT Azul y Blanca (opositora de la central obrera oficialista CGT)”, dijo Basteiro.

Aerolíneas Argentinas está en manos del Estado desde 2008, cuando fue expropiada por ley junto a la línea de cabotaje Austral al grupo español Marsans, con una deuda de casi 890 millones de dólares.

La compañía había sido privatizada a principios de los años 90 durante el gobierno neoliberal de Carlos Menem (1989-90).