El francés Sébastien Loeb (Citroën DS3) se aseguró la conquista del título mundial de rallies por octavo año consecutivo, tras el abandono este viernes en Gran Bretaña de su último rival por el campeonato, el finlandés Mikko Hirvonen (Ford Fiesta).

El piloto nórdico sufrió un recalentamiento de su motor en la séptima especial, el viernes por la mañana tras chocar con una rama que golpeó en el radiador, y no podrá comenzar el sábado. Loeb había llegado a Gales, para este rally británico, con ocho puntos más que Hirvonen en la general.

Tras este abandono en un día lluvioso y gris, el finlandés ya no podrá alcanzar al francés, que consiguió un nuevo éxito para su brillante palmarés, en una edición donde Hirvonen plantó batalla y no se lo puso nunca fácil.

Los mecánicos de Ford intentaron reparar el Fiesta del finlandés durante tres horas, el tiempo al que tenían derecho, pero finalmente no pudo volver a ponerse en marcha para llegar hasta el parque cerrado de Builth Wells y poder pasar allí la noche, con lo que se trata de un abandono puro y simple, según el reglamento deportivo del Mundial WRC.

“El título está perdido, estoy seguro”, había ya declarado en caliente Hirvonen, visiblemente decepcionado, poco después de sufrir el percance y de que el coche fuera examinado por los mecánicos e ingenieros del equipo.

“De todas formas vamos a tratar de repararlo para que Hirvonen salga mañana sábado, aunque temo que el motor haya sufrido mucho circulando cinco o seis kilómetros sin agua”, había valorado en ese primer momento Malcolm Wilson, patrón de Ford en los rallies, siendo también pesimista.

Hirvonen necesitaba conseguir nueve puntos más que Loeb al final del rally para lograr su primer título mundial y evitar así el octavo seguido del alsaciano, que consigue un récord absoluto en el automovilismo.

Sólo el italiano Valentino Rossi, en motociclismo, lo ha hecho por el momento mejor que Loeb en el mundo del motor. La leyenda alemana de la Fórmula 1, Michael Schumacher, actualmente en Mercedes, sumó siete títulos mundiales en sus mejores años.

Más allá de la consecución matemática del título, Loeb, de 37 años, y su copiloto monegasco Daniel Elena están muy bien situados para conquistar además el rally de Gran Bretaña, ya que terminaron la segunda jornada en cabeza, con algo más de un segundo de ventaja sobre el finlandés Jari-Matti Latvala (Ford).

En caso de victoria en Gales, Loeb conseguiría ganar en Gran Bretaña por cuarto consecutivo y ganar el rally número 68 de su carrera.

El rally británico, que comenzó el jueves, continúa el sábado y el domingo. Con el cierre de la jornada del viernes se disputaron once de las 23 especiales del programa.

Pero para Loeb todo está ya decidido y sólo se jugará terminar a lo grande un octavo año en lo más alto del WRC. Un año más para seguir forjando su leyenda.