Cada vez más crítica se torna la situación de los trabajadores impagos de la empresa Polincay, en La Unión. Ahora los afectados deben recibir ayuda de caridad tanto de la Iglesia, del Gobierno y de una empresa láctea para subsistir.

De los cerca de 350 trabajadores de la planta de panelas, que dice estar con insuficiencia económica y a juicio de la seremi del Trabajo pretende quebrar, quedan unos 280 esperando que la empresa les pague lo que corresponda según la ley.

Aquello no ha ocurrido, lo que ha provocado que los trabajadores que están impagos desde octubre estén -a juicio del presidente del sindicato, Iván Nova- en la más completa indigencia, recibiendo el apoyo en caridad, pero que la alcaldesa Hilda Carvallo se negaría entregar.

El dirigente aseguró que esperarán la intervención judicial para zanjar este problema con la empresa en Tribunales, pidiendo mayor celeridad a los profesionales ofrecidos por la Seremi del Trabajo.

Asimismo, sostuvo que pedirá a la gerencia de Saesa a que considere la realidad que viven estas personas al no poder pagar sus cuentas de luz.