Los allegados del beisbolista venezolano Wilson Ramos, receptor de los Nacionales de Washington secuestrado en el norte de Venezuela, continuaban este viernes sin noticias de su paradero, al tiempo que el gobierno mostró confianza en la resolución rápida del caso.

“Aún no hay noticias en relación a Wilson Ramos, los secuestradores no han hecho contacto. Sólo queda ser pacientes, rezar y tener fe”, escribió en su cuenta de Twitter Kathe Vilera, gerenta de relaciones públicas de Tigres de Aragua, equipo de Ramos en el torneo de béisbol venezolano.

El catcher, de 24 años, que debutó en las Grandes Ligas el año pasado con los Mellizos de Minnesota, fue raptado la noche del miércoles por cuatro individuos frente a la casa de sus padres en el Estado de Carabobo (norte).

La policía científica cuenta con el retrato hablado de dos de los delincuentes y huellas dactilares halladas en la camioneta robada que utilizaron los secuestradores para llevarse al pelotero y que luego abandonaron.

Este cuerpo de investigaciones “es uno de los organismos con mayor credibilidad y efectividad en la resolución de casos de extorsión y secuestro”, dijo este viernes el viceministro de Interior y Justicia, Edwin Rojas.

“Ya tenemos adelantadas ciertas experticias (…) Tenemos confianza y fe, no sólo en el organismo, sino en el esclarecimiento rápido de este caso”, confió el responsable.

Según reportes de prensa, las autoridades manejan varias hipótesis sobre los autores del secuestro, como que forman parte de una banda especializada o que se trata de delincuentes inexpertos que pudieran tener un problema personal con el deportista.

El caso no pasó desapercibido la noche del jueves en los encuentros del torneo local de béisbol, donde jugadores, directivos y fanáticos mostraron su solidaridad con Ramos y consternación por la inseguridad y violencia que acucia a Venezuela.

Aunque es la primera vez que secuestran a un beisbolista profesional en este país, en los últimos años familiares de varios jugadores fueron víctimas de este delito.