Estudiantes del Colegio Ángel Gustavo Rojas de Barrio Norte se tomaron el establecimiento en demanda de la conservación de su nombre, en el proceso de cierre que se estableció por la aprobación del Padem. En tanto, en la Escuela Luís David Cruz Ocampo de Lorenzo Arenas, que también cerrará, existe un profundo sentimiento de tristeza.

En el frontis del colegio los estudiantes han instalado una ruidosa manifestación con presencia de pancartas alusivas a su descontento con la medida. Esto tras la aprobación, ayer jueves, del Plan Anual de Educación Municipal (Padem) 2012 de la comuna, que trajo como consecuencia el cierre de algunos establecimientos educacionales.

Paulina Flores, secretaria del Centro General de Padres del colegio Ángel Gustavo Rojas, expresó que el miércoles 9 de noviembre la directora de la institución se enteró que estaba contemplada la medida, que fue votada positivamente en el Concejo Municipal.

Según la representante, esto implica la pérdida de identidad de la escuela, puesto que la infraestructura será ocupada por la escuela Irene Frei, directora y todo su personal.

Producto de lo anterior, los funcionarios con contrato indefinido del establecimiento serán reubicados y los demás, cerca de 10 docentes a contrata, 10 asistentes de la educación y personal de la escuela, quedarán desempleados, hecho que implicaría la finalización de la jornada escolar completa.

Los apoderados indicaron que mantendrán la ocupación hasta que reciban una respuesta satisfactoria ante las demandas.

El Colegio Ángel Gustavo Rojas, cerrará porque su matrícula alcanza los 175 alumnos, lo cual deja también incertidumbre en el cuerpo docente, señaló la profesora Cecilia Tapia.

Debido a que entienden que hasta ahora han recibido un trato distante y poco transparente de parte de las autoridades, sentenciaron que mantendrán la toma hasta tener respuestas concretas. En tanto, la Escuela Luís David Cruz Ocampo, cuenta con 77 niños que deberán ser reubicados. Además, el Establecimiento llevaba solicitando la entrada a la Jornada Escolar Completa desde el año 1998.

Son 32 años de labor educativa que llegan a su fin, en una lógica que se determina por el mercado, reflexionó el director Alejandro Calabrano.

María Eugenia Ábrigo trabaja desde hace 22 años en el lugar. Hoy se queda con un sentimiento de pena y resignación.

Para lograr ser parte de la JEC, se desarrolló un proyecto pedagógico que contó con el visto bueno y sólo se esperaba el proyecto arquitectónico requerido para estos efectos y que era responsabilidad del sostenedor, en este caso la Municipalidad de Concepción.

Paradójicamente, en el Escuela Luís David Cruz Ocampo se enteraron que tenían la autorización para la Jornada Escolar Completa en julio de este año. Hoy, cinco meses después y sin poder conocer los efectos de esta acción, la escuela se cierra para siempre.