No puedo partir este análisis sin mencionar una frase al menos increible señalada por alguna autoridad, quien destacó que el “transantiago financia obras en regiones”, digno de ripley. Uno de los problemas más grandes que se han debido enfrentar es el del desastrozo e injusto sistema de implementación del transantiago que le cuesta al pais más de U$ 650 millones, para subsidiar la locomoción y el transporte público en la capital de Chile.

Se comenzó con un equivocado slogan “por cada peso invertido en Santiago debe haber un peso invertido para las regiones en lo que es transporte público”, -denominado ley espejo. No se ha respetado ni su espíritu ni la aplicación.

La principal equivocación tiene relación con el uso de los fondos. Mientras en Santiago el subsidio que establecen estas distintas leyes va directamente a abaratar el precio que paga la gente por movilizarse en micro o metro, en las regiones esto se ha señalado como un aporte al transporte público en general, realizándose a cargo de estor recursos obras en infraestructura pública, que en definitiva lo que hacen es suplementar el presupuesto del Ministerio de Vivienda y de Obras Públicas.

El segundo error es que en santiago no se encuentra la mitad de la población sino un 40% por lo que debiera ser esa la proporción a repartir en subsidios. Debiera ser más cercano a que por cada peso en santiago debieran haber 2 pesos para regiones.

Aquí las autoridades y legisladores de los dos grandes bloques a través de “acuerdos politicos”, de esos que se hacen a espaldas de la gente, han vulnerado el espíritu original de compensación, para que el transantiago finalmente no sea pagado por los habitantes de regiones como ocurre hoy. Este es el típico fracaso de una política pesimamente implementada, donde finalmente somos las personas de regiones las que estamos subsidiando el transporte público de las personas que se movilizan en la capital.

Es una vergüenza que, mientras en Santiago se está perfeccionando el sistema a un costo que pagamos el resto de los chilenos, nuestros jóvenes y niños tanto del sur como del norte, -y por cierto de nuestra región de Magallanes-, demoran largas jornadas para concurrir a estudiar.

Los trabajadores de regiones no solo asumen un mayor costo de transporte público sino que también deben asumir costos importantísimos en lo relacionado al valor de ciertos productos elementales de la canasta básica de consumo, porque estos productos se encarecen en la medida que uno se aleja de los grandes centros de distribución de la zona central. Los combustibles, la fruta, la verdura, los lácteos, el pan, y muchos otros elementos, son más caros en las regiones extremas producto del mayor costo de transporte.

De lo anterior se desprende que sería absolutamente legitimo invertir los recursos equivalentes en regiones al transantiago, para subsidiar no solo el transporte público, sino también el transporte de carga de forma de igualar los costos de vida. Por lo tanto estos recursos, en regiones debieran utilizarse para subsidiar una locomoción más barata y un menor costo de transporte de productos de consumo básico y no seguir suplementando los recursos de otros ministerios.

Ese es el tema de fondo que en este presupuesto va a ser abordado en los recursos del Ministerio de Transporte, a través de la discusión de los fondos para el Transantiago. En ese sentido, no estaré disponible para apoyar una medida que sigue siendo centralista, que busca que los habitantes de regiones sigan subsidiando el transporte de los capitalinos.

Miodrag Marinovic | marinovicdiputado.cl

Miodrag Marinovic | marinovicdiputado.cl

Miodrag Marinovic es diputado por el distrito Nº 60, correspondiente a Magallanes y la Antártica chilena en la XII región, puedes seguirlo en su cuenta de Twitter en @MiodragDiputado