El francés Sebastien Loeb (Citroen DS3), líder de la clasificación, llega al rally de Inglaterra, el último del año, con sólo ocho puntos más que el finlandés Mikko Hirvonen (Ford Fiesta), en una carrera que será decisiva para decidir el título mundial.

La ventaja de Loeb es sustancial, pero la carrera, que se disputa de jueves a domingo en la región de Gales, será más difícil que nunca, con 353 kilómetros de recorrido en cuatro días por los bosques de la región, con jornadas muy largas y un tiempo que se anuncia lluvioso.

En 2009, este rally fue decisivo e Hirvonen llegó como líder con un punto más que Loeb pero, al terminar la carrera, el francés era campeón con tres puntos más que su rival.

La diferencia con 2009 es que este año Hirvonen estuvo mucho menos en forma y sólo ganó dos pruebas, en Suecia, sobre la nieve, y en Australia, aprovechando que Loeb y su compatriota y compañero de equipo, Sebastien Ogier, se salieron de la pista.

Dentro de Citroen la competencia entre Loeb y Ogier se ha acentuado desde 2010 y sobre todo esta temporada.

Ogier, que rompió su motor en el rally de Cataluña, ya no puede aspirar al título y la de Gales quizás sea su última carrera con la escudería francesa antes de irse a otro equipo.

Ello no impide que el piloto intente ganar por todos los medios este fin de semana, con el objetivo de quitar puntos a Hirvonen y favorecer a Loeb.

Otros pilotos aspiran a la victoria, como el noruego Petter Solberg, con un coche DS3, que busca demostrar que sigue estando en un buen momento tras sus cuatro victorias en este rally de 2002 a 2005.

Si Loeb gana el domingo en Cardiff por cuarto año consecutivo, igualaría el récord de victorias de Solberg y además, sea cual sea la posición de Hirvonen, se convertiría de nuevo en campeón del mundo, por lo que el francés tiene su destino en sus propias manos.

“Es muy fácil, si le ganó me llevo el título”, explica Loeb. “Mikko es muy fuerte mentalmente en situaciones como éstas, no hay que subestimarle”, añade el ‘Kaiser’ del mundial de rally.

Si Hirvonen gana por delante de Loeb, lo que también es posible, el título de jugaría entonces en el último tramo cronometrado, el llamado “Power Stage” que ofrece un máximo de tres puntos de bonificación.

Un título ya está asegurado, el de campeón del mundo de constructores para Citroen, esto desde el rally de Cataluña.