Una de las mayores dificultades de las personas es que viven la felicidad a crédito. Es decir, la lograrán cuando obtengan un ascenso, cuando encuentren al amor de su vida o cuando se compren un automóvil último modelo, así lo aseguró el escritor y consultor peruano, David Fischman, quien planteó que ése no es el camino correcto, pues para conseguir la felicidad hay que aprender a saborear los placeres de la vida en el presente.

Esto, en el marco del taller “La alta rentabilidad de la felicidad” en la sede Concepción de la Universidad San Sebastián.

Ingeniero civil de profesión, columnista y escritor, Fischman aseguró que está comprobado fehacientemente que las emociones positivas, las relaciones interpersonales, trabajar con pasión y la espiritualidad ayudan a lograr la felicidad.

Dijo que el ser humano tiene una natural tendencia a las emociones negativas que son más intensas y a lo largo de la historia nos han protegido de los peligros, pero que debemos privilegiar las positivas. Estas permiten crecer, ser creativos, formar redes y prepararnos para momentos difíciles.

Entre las relaciones interpersonales, abordó el matrimonio. Sostuvo que investigaciones han comprobado que el matrimonio no da ni quita felicidad. Un estudio arrojó que después de dos años de casadas, en promedio, las personas eran igual de felices.

No obstante, enfatizó que las relaciones saludables nos dan felicidad. Para lograrlas en la pareja son necesarios el respeto, disfrutar la mutua compañía, conocerse, manejar bien los éxitos individuales y, sobre todo, aprender a resolver los desacuerdos. Expuso un estudio en que un investigador, tras escuchar durante cinco minutos cómo una pareja discutía un tema controversial, podía determinar en un 91% la posibilidad del que matrimonio se divorciara.

David Fischman enfatizó que está demostrado que la felicidad permite vivir más años, mejorar la salud y los ingresos.

En cuanto al dinero, señaló que aunque no otorga la felicidad, sí la facilita, pues elimina ansiedades, da mayor control y libertad en la vida, a la vez que permite ayudar. Y servir definitivamente sí es un aporte, ya que da una sensación de bienestar, incrementa la energía e incluso entrega una sensación de euforia asociada a un aumento de endorfinas.

David Fischman realizó el taller “La alta rentabilidad de la felicidad”, organizado por la Facultad de Psicología, en el Auditorio Marta Montory de la Universidad San Sebastián. Asistieron académicos, empresarios, profesionales de diversas disciplinas y alumnos.