Estados Unidos instó este miércoles al gobierno de Honduras a tomar medidas para detener la violencia en la zona del Bajo Aguán (norte), donde enfrentamientos entre terratenientes y campesinos han dejado decenas de muertos en los últimos meses.

“Urgimos a las autoridades de Honduras a tomar medidas para poner fin a la violencia y a la impunidad en el Bajo Aguán, investigar y traer a la justicia a los responsables de graves violaciones de derechos humanos”, señaló un comunicado del Departamento de Estado.

Terratenientes que cultivan palma africana para la exportación de aceite y campesinos sin tierra que invaden terrenos han protagonizado enfrentamientos en el Bajo Aguán, 600 km al noreste de Tegucigalpa, que han dejado más de medio centenar de muertos en los últimos dos años.

El presidente hondureño, Porfirio Lobo, duplicó en agosto pasado a un millar los efectivos militares y policiales en la zona para tratar de contener la violencia.

Tegucigalpa debe “proteger a los defensores de derechos humanos, periodistas y grupos vulnerables” en la zona, estimó el Departamento de Estado.

Estados Unidos prioriza el respeto de los derechos humanos y el fin de la impunidad en su relación con Honduras, aseveró el departamento.

El gobierno de Barack Obama colabora con las fuerzas armadas hondureñas, pero su cooperación se enmarca en entrenamiento frente a desastres naturales y en su profesionalización, incluida la promoción de los derechos humanos y de los valores democráticos, destacó.

El departamento dijo esperar que la reciente venta al movimiento agrícola de unos 40 km2 de tierra agrícola “reduzca la violencia en la región”.